Los Borbones son conocidos por su pasión por la caza, la vela y las mujeres. Juan Carlos I es todo un seductor. Atesora en su currículum amoroso más de 5.000 mujeres, algunas le llegaron al corazón mientras que otras solo fueron una noche de pasión. La gran mayoría eran prostitutas de lujo. Quien salió escaldada de este asunto fue la reina Sofía, que además de casarse con alguien del que no estaba enamorada, tuvo que soportar una humillación tras otra, y guardar absoluto silencio, ya que para ella premiaba más su papel en la institución que su matrimonio. Además, la emérita es una mujer muy familiar, tradicional, religiosa y solidaria. Es por ello que siempre ha estado volcada en los demás. La madre de Felipe VI se hizo cargo de su suegra, María de las Mercedes, en su vejez.

Juan Carlos nunca ha estado enamorado de Sofía, pero le estará siempre agradecido por el trato recibido a toda su familia. Les ha acompañado en los peores momentos. De hecho, según Pilar Eyre, María de las Mercedes de Borbón y Orleans “era una mujer valiente, moderna, muy estricta en el protocolo y una reina de los pies a la cabeza, aunque no llegara a serlo, pero sobre todo era bondadosa”.

Juan de Borbón y María de las Mercedes efe 

María de las Mercedes podría haber sido reina, pero finalmente es algo que no sucedió, Franco designó a Juan Carlos, el hijo de Juan y María. Para la periodista, la madre del emérito habría sido una reina excelente, igual o más que Sofía, porque tenía sentido de la dignidad y la dinastía.

María de las Mercedes no superó el fallecimiento de su hijo Alfonso 

“Cuando escribes sobre su vida te das cuenta de que tuvo momentos difíciles”, comenta Eyre en referencia a la abuela de Felipe. Sin duda, el peor momento de María de las Mercedes fue el fallecimiento de su hijo Alfonso a manos de Juan Carlos I, un disparo en el cuarto de juegos acabó con la vida del menor. “Me emocionó y me costó muchísimo escribir ese capítulo”, reconoce la autora, que asegura: “En aquel momento se hundió”.

María de las Mercedes

Nunca logró superar la muerte de su hijo menor. Se refugió en el alcohol. Un episodio que siempre intentaron ocultar. “Pensé pasar por alto esos pasajes, pero decidí finalmente que para eso se hace una biografía”, asegura Eyre. Se tomaron medidas drásticas para conseguir que superase esta adicción. “Estaba prohibido comprar alcohol en Villa Giralda (…) Pero al final era inevitable. Se descubrió: las botellas entraban camufladas dentro de los libros”. Los asesores de Don Juan le ayudarán a superar este obstáculo. “Se oyeron voces: Este problema hay que atajarlo. No es vicio sino enfermedad”, recoge el libro en sus páginas. El doctor López Ibor, uno de los consejeros, le recomendó ingresarla de inmediato.

“Casi no he logrado conocer más detalles. Y no porque la situación fuera un secreto, pero los que la vivieron se cierran en banda, en un pacto de silencio hermético e inexpugnable. Nadie ha hablado. Fueron unos meses, años incluso, que quizá todos prefirieron olvidar”, asegura Eyre. La reina Sofía no se separó de ella en todo momento.