No hay una familia perfecta en todo el mundo, y por descontado que la excepción no será jamás la familia real española ni sus satélites. Más bien lo contrario: aquí las cuchilladas son el pan nuestro de cada día. Puede parecer que entre ellos se protegen, que se cuidan y tal, pero cuando menos te lo esperas llega el mordisco mortal. Es lo que le está pasando desde hace un par de horas a Victoria Federica Marichalar y Borbón, la pseudoinfluencer royal. Un familiar lejano pero con título aristocrático y vínculo sanguíneo con su abuelo amado le ha clavado los colmillos en la yugular en pleno directo de Telecinco. Humillarla es poco. Incluso, fiel a su estilo, podemos asegurar que se ha pasado veinte pueblos.
Todo empieza a raíz del viaje de la hija de la infanta Elena a un evento de moda en Estocolmo, donde coincidió con una espectacular e irreconocible Demi Moore. Curiosamente, la criatura hizo en el extranjero lo que no ha hecho nunca en su país; una cosa tan sencilla como sonreir, ser natural y no una petulante sin oficio ni beneficio, maleducada e irrelevante. La presencia de Vic en la capital de Suecia no ha sido gracias a su carrera como estrella virtual ni como icono de moda, no se engañen. Si estaba allí es por los contactos del papi Jaime, el ex duque de 'Lujo', vinculado laboralmente a este sector tan exclusivo. Si solo fuera por lo que trabaja o por lo que proyecta, a su hija no la habrían dejado salir del aeropuerto de Barajas. Es una enchufada. Punto y final.
Lequio, familiar de Juan Carlos, humilla a su nieta Victoria Federica
Alessandro Lequio defiende esta obviedad, aunque en su caso lo hace de una manera marca de la casa. Es decir, visceral, agresiva y dura. Vic no es el personaje favorito de la monárquica, constitucionalista y facha Ana Rosa, que le ha hecho más de un siete en alguna ocasión, pero tampoco se caracteriza por montar pelotones de fusilamiento a miembros de la realeza española. Lo que pasa es que con Lequio, un protegido cinco estrellas, el término "control" es muy complicado. Te despistas dos segundos y ya ha montado un dos de mayo. La primera andanada la firmamos sin parpadear. En referencia a la etiqueta de influencer, pregunta: "¿Qué puedes admirar en esta chica? ¿Para qué vale? Para ir de ahí hasta aquí y pasearse por la ciudad. ¿Qué talento es ese?" Amén: esta mujer no es ejemplo de nada. Es más, se tendría que evitar por todos los medios que ni siquiera lo intentara.
Alessandro destroza a la hija de la infanta Elena por su físico
Lequio, desatado, acaba derrapando cuando entra en un terreno espinoso: el físico. Se la carga por considerarla poco atractiva: "Me da la risa esta niña cuando la veo en un acto. Pero chica, ¿te has mirado? ¿Te has visto? ¿A quién vas a influenciar? El físico sí tiene importancia en este caso". Lo han llamado a la orden pidiéndole que callara, pero Lequio es mucho Lequio. Y si no quieres taza, pues aquí tienes taza y media: "Voy a lo físico porque sí tiene importancia". Ea. Juan Carlos, que no se pierde la programación de los matinales españoles desde de Abu Dabi, veía en directo cómo le destrozaban a su nieta favorita. Cosas de famiglia.
Alessandro tiene más veneno que toda la borbonada junta. Qué peligro