Los zares quedaron derrocados en el 1917 con la Revolución Rusa. Algunos se piensan que Vladimir Putin actúa como tal. Y no es para menos: es un autócrata muy peligroso, criminal incluso. Mata a civiles furioso y monta a caballo creyéndose un zar imperial ruso. No, chaval: los zares como tal se extinguieron, pero la dinastía continúa. De eso vamos a hablar, de los Romanov. Esta saga rusa quedó KO hace más de un siglo, pero siguen reproduciéndose entre ellos, pariendo y formando familia. Nunca se sabe si algún día recuperarán el poder. Hoy lo harían mejor que Putin, seguro. No es muy difícil.
Pues eso, uno más en la familia. El príncipe Jorge y la princesa Victoria dieron a luz a su retoño el pasado 21 de octubre. Este es Alexander, es guapísimo, como un bollito de los de antes: pálido, blanquito y fantástico. Ayer, menos de tres semanas desde que Alex Romanov viera la luz de la faz de la tierra, lo presentaron oficialmente en sociedad: fotos morrocotudas que ponen los pelos de punta. Fíjense:
En la habitación del bebé, en los rincones más presidenciales, con los perritos, en la cuna... El renacuajo de Alex Romanov sale guapísimo en todas y cada una de las fotos. Sus padres han dado permiso para que el bebé salga en fotos públicas y su deber es que salga guapísimo. Así es: mucho más guapo que el fanfa de Putin. Alex no será un pequeño Vladimir, sino todo lo contrario. Su nombre está inspirado en Alexander Nevski, un príncipe santo ruso del siglo XIII que gusta mucho a la (extinta) dinastía Romanov. Jorge y Victoria, cuarentones ambos, flipan con él. Necesitan un babero cada vez que lo agarran en brazos o le dan papillas de avena porque salivan cada vez que lo ven. Es una preciosidad.
Boda Real
El 1 de octubre aquí los independentistas celebran el día del referéndum y allí en Rusia hacen lo propio con el aniversario de bodas de los príncipes Romanov. Victoria y Jorge de Rusia se casaron el pasado día 1 de octubre del 2021 y este año han celebrado por todo lo grande sus 365 días como matrimonio ante Dios. Lo hicieron en la Catedral de San Isaac de San Petersburgo, más de 50 años después del último paso por el altar de dos miembros de la realeza rusa. Fue una boda que causó, en parte, agitación. Pues los más antimonárquicos se temieron lo peor: la vuelta del Imperio Zar. Antes que aguantar al macarra de Putin... aunque lo mejor sería que se suscribieran a las reglas democráticas. Menudo personaje madre mía. Merecería ser juzgado por crímenes de guerra.
Originarios de Kiev
A Putin no le debe hacer pizca de gracia la familia Romanov. Victoria y Jorge, también Alex, tienen orígenes familiares en Kiev. Aunque actualmente viven en un palacete en Moscú, tienen grandes vínculos con Ucrania y sienten muy de cerca la masacre que está sufriendo el pueblo ucraniano. Es por eso que han organizado una ONG, una especie de banco de alimentos, con tal de ayudar a los más necesitados, en gran parte de Ucrania. Tendrán que tener ojo con Putin, no vaya a ser que los expulse del país. Allí no admiten la disidencia política. A veces apreciamos poco la suerte que tenemos de vivir en la Europa moderna. Estos rusos aún están anclados en el siglo pasado.