En el exclusivo mundo de la realeza, la elegancia y el estilo son cualidades que parecen heredarse de generación en generación. Sin embargo, mientras que Carlota Casiraghi ha sido durante mucho tiempo el rostro visible de la gracia y el glamour heredados de su madre, Carolina de Mónaco, hay otra figura emergente que parece no haber heredado del todo el sofisticado ADN de los Grimaldi: Alexandra de Hannover, la hija menos conocida de la princesa Carolina.

Carlota Casiraghi ha sido la embajadora perfecta del glamour de Chanel, capturando la atención y la admiración de todos en cada evento al que asiste. Su porte, belleza y buen gusto son innegables. En cambio, Alexandra de Hannover, aunque presente en los desfiles de moda y eventos de la alta sociedad, aún no ha logrado alcanzar el mismo nivel de reconocimiento y elegancia de su hermana mayor.

Una comparación inevitable

La reciente aparición de Carolina de Mónaco y Alexandra de Hannover en el campeonato de hípica Longines en Montecarlo fue un claro ejemplo de esta diferencia. Mientras Carlota presidía este evento junto a su madre en ediciones anteriores, este año fue Alexandra quien acompañó a Carolina. Sin embargo, la joven princesa no logró deslumbrar a los expertos de moda como lo hacía Carlota.

Durante la entrega de premios, Carolina de Mónaco optó por un conjunto elegante y sofisticado, fiel a su estilo. Lució un pantalón palazzo blanco con una raya lateral de pedrería, combinado con una chaqueta con un volante rematado en encaje y un delicado estampado de flores. Completó su look con unos grandes pendientes en forma de aro, zapatos bicolor de purpurina y dos llamativos anillos, acaparando todas las miradas y elogios.

Por otro lado, Alexandra de Hannover eligió un vestido azul marino con estampado de palmeras de la firma española Philippa 1970, combinado con sandalias negras de estilo vintage. Aunque el vestido, valorado en 190 euros, es de una de las firmas favoritas de Sassa de Osma, cuñada de Alexandra, el estilismo general de la joven princesa dejó mucho que desear. De hecho, no es la primera vez que un vestido de Philippa 1970 es llevado por una figura de la realeza, siendo incluso la reina Letizia una admiradora de la marca. Sin embargo, el look de Alexandra fue criticado por ser descuidado y falto de la elegancia característica de los Grimaldi.

Desafío de estilo: ¿podrá Alexandra de Hannover destacar en la elegante dinastía Grimaldi?

En contraste, Carlota Casiraghi siempre ha sabido reinterpretar la elegancia clásica para adecuarla a un estilo más juvenil y acorde con su edad, algo que Alexandra parece no haber conseguido. A pesar de ser una de las representantes más jóvenes de la familia Grimaldi, la joven princesa no ha logrado atraer la misma atención y admiración que su hermana mayor, quedando a la sombre de Carlota

El mundo de la realeza es implacable, y mientras Carlota Casiraghi sigue siendo el estándar de la gracia y el estilo en Mónaco, Alexandra de Hannover tiene mucho que demostrar si quiere estar a la altura de la sofisticada dinastía Grimaldi. ¿Logrará Alexandra encontrar su propio camino hacia el glamour, o seguirá siendo la oveja negra del clan? Solo el tiempo lo dirá, pero el desafío está servido y las miradas del mundo están puestas en ella.