No es que sea precisamente ningún secreto que, a diferencia de lo que ocurría hace ya unos años, cuando los miembros de la Casa Real eran casi intocables en los medios, hoy en día no resulta precisamente difícil encontrar voces que no tengan ningún tipo de problema a la hora de señalar algunos de los defectos de Juan Carlos I, Sofía, Felipe, las infantas o el resto de la familia.
Un buen ejemplo de ello es el periodista Jaime Peñafiel, un periodista que siempre ha seguido muy de cerca la actualidad monárquica en nuestro país y que hace un tiempo dejó muy claro uno de los problemas que tenía la princesa Leonor: su dentadura.
“No es que se le haya caído un diente o muela sino una patología congénita, aunque parece haber un factor hereditario. La agenesia puede ocasionar problemas funcionales tales como en la masticación y en la salivación. El tratamiento consiste en abrir esos espacios y ubicar en los mismos unos implantes colocando una raíz artificial y una corona dental, aunque el recurso de los implantes no está recomendado hasta después de los 18 años” apuntaba el cronista real en LOC.
Los problemas de Felipe y Leonor vienen de lejos
Sobre Felipe, Peñafiel tampoco se quedaba corto: “le falta más luz y color y su sonrisa a veces parece fría y apagada por culpa de unas piezas dentales de diferente color. Lo más recomendable sería una ortodoncia invisible para corregir esa leve mal aposición o apiñamiento y un posterior blanqueamiento o carillas de porcelana, ya que se ven algo amarillos”.
Eso sí, parece ser que uno de los problemas en este sentido viene de lejos, en concreto desde Alfonso XIII, el abuelo de Juan Carlos I, aunque en su caso no era un problema de alineación o mal color, sino más bien de aliento. “Alfonso XIII tenía una dentadura magnífica, que no impedía sufriera una halitosis, mal olor de boca, que tiraba de espaldas en su esposa, la reina, y en sus amantes", apuntaba por su parte Pilar Eyre.
Una serie de problemas, sobre todo los de Leonor, que parece que ya se han podido arreglar y ahora la futura reina puede lucir la mejor de sus sonrisas.