Letizia perseguida por su pasado. La reina de España tiene dos vidas: ahora vive la posterior a 2014, cuando su marido se convierte en rey y ella pasa a ser la reina, la protegida del Estado, el Gobierno, los servicios secretos y la prensa. Prueba de esta sobreprotección es que todo el mundo silencia a Jaime del Burgo, el Gobierno solo se pronuncia cuando Peñafiel extiende rumores dolorosos de la reina, su supuesta infertilidad, y los servicios secretos intentan silenciar a Del Burgo enviándole señales que mejor que calle. Pero Letizia tiene una vida anterior a 2014, año de abdicación de Juan Carlos. Cuando era princesa no disfrutaba de tanta protección y la etapa anterior a princesa, antes de conocer en Felipe, acumula un montón de secretos que ya no lo son tanto: divorcio, aborto, depresión de la hermana o exnovios. De todos ellos el más famoso, y reconocido, era el periodista David Tejera que coincidió con Letizia en la cadena CNN+, absorbida por Mediaset. Tejera acabó haciendo los informativos de Cuatro y ahora vive retirado de la prensa. Escribe libros de ficción. A los 57 años ha cambiado mucho. Así era y así es:
Tejera podría haber sido otro Jaime del Burgo. El delator, el enterrador de Letizia. En una entrevista en los medios de Prensa Ibérica le preguntaron hace 14 años si tenía previsto escribir un libro sobre Letizia. Respondía así: "Mientras la imaginación me dé para escribir ficción, prefiero ese camino. Claro que me han tentado para escribir sobre Letizia, pero de momento que corra el aire. Y en este país no es tan fácil publicar historias de ese cariz, aunque vamos abriendo los ojos, aún queda un círculo poderoso dispuesto a cerrar filas.". Glups, suena a las amenazas que recibió Tejera por si tenía previsto escribir un libro sobre la reina. Un círculo poderoso cierra filas y se niega a editar el libro. Catorce años después, Tejera sigue sin poder publicar aquella historia. Por eso Del Burgo se autoedita. Editoriales y librerías se niegan a ponerse en contra a la Corona. David Tejera no esconde su pésima opinión de Letizia, fundamentada en los años que fueron pareja sentimental. Cuando Letizia se comprometió con Felipe Tejera tenía tres opciones, mentir, decir la verdad o callar. Optó por lo segundo, dijo la verdad sin ensañarse:"Tengo tres posibilidades: adularla mintiendo; decir la verdad y, por tanto, hablar mal (y quedar como un rencoroso resentido) o dejar que cada cual saque sus conclusiones. Escojo la tercera. Ni la he adulado, ni la he criticado con rencor". No tiene rencor pero deja claro que solo puede hablar mal de Letizia. Exactamente como todos sus ex, Alonso Guerrero y Jaime del Burgo.
El primer marido de Letizia, Alonso Guerrero dejó dicho en el libro del primo de la reina una frase lapidaria que define a Letizia: "Desprecio los impulsos arribistas de Letizia por alcanzar el éxito periodístico, la fama, el dinero y el éxito social" (libro Adiós princesa, página 63). Y queda Jaime del Burgo que se ha hartado de retratar a Letizia, su exnovia, examiga íntima, examante y excuñada, como "marxista", manipuladora y capaz de tener una doble vida, como pareja exclusiva de Del Burgo y al mismo tiempo esposa del rey Felipe durante dos años, 2010 y 2011. Solo falta la opinión del cuarto hombre de la reina, Felipe de Borbón y Grecia. Pero el rey de España hace dos meses, desde que estalló el escándalo de infidelidad de Letizia, que prefiere callar sobre su mujer. Ni por el discurso de Navidad utilizó la famosa expresión "La reina y yo, bla bla...". Se limitó a decir "Gracias por vuestro tiempo en esta noche y junto a la reina, la princesa Leonor y la infanta Sofía os deseamos una feliz Nochebuena". sigue marcando una gélida distancia.
Felipe solo es el cuarto de los hombres oficiales de la reina. Tres ex como tres soles: Guerrero, Tejera y Del Burgo. Y todos tienen la misma cosa en común: una pésima opinión de Letizia. La prensa puede edulcorarlo, y Felipe puede callar pero si todas las exparejas formales, Hombres muy discretos y serios, tienen tan mal recuerdo de Letizia, algo no marcha bien en la mujer del jefe del Estado.