Letizia nunca fue aceptada en Zarzuela. Cuando Felipe la presentó a sus padres le obligaron a romper con ella, pero no estaba dispuesto a perder a otra mujer, estaba dispuesto incluso a renunciar a la corona, una amenaza que Juan Carlos no podía consentir. La reina era plebeya, divorciada de su profesor de instituto, del que se enamoró con tal solo 17 años, de padres separados y presentadora de informativos, todo era un desastre. Sin embargo, la asturiana ha demostrado que reina se hace, no se nace. La mujer de Felipe ha logrado hacer frente a la alargada sombra de su suegra.
Al principio de la relación Juan Carlos I intentó por todos los medios destrozar la relación de su hijo y evitar que se casasen, pero no lo consiguió. Investigó a Letizia y podía hacerle daño de muchas formas. Una de ellas era su relación y divorcio con Alonso Guerrero, su último marido.
Letizia se enamoró de Alonso Guerrero cuando solo tenía 17 años. Ella estaba estudiando bachillerato y él era su profesor, todo un escándalo. Cuando se publicó el compromiso de los entonces príncipes de Asturias, el nombre del profesor apareció por todos los medios de comunicación, todos querían entrevistarle y conocer su opinión sobre la futura reina de España. Alfonso vivía en un piso de 70 metros cuadrados con su segunda mujer. Se encontraba en Guadalajara, una vivienda de dos plantas, donde vivía con la profesora de matemáticas María del Carmen Astero Martín. El profesor nunca quiso traicionar a su exmujer. Era un hombre educado y discreto. Solo habló en una ocasión con el periódico ‘Crónica’. "Sólo escribo sobre lo que me apetece. No voy a meterme en ese asunto [en referencia a su ex mujer]. No por nada, sino porque no me inspira", afirmó ante las páginas del dominical de El Mundo.
Alonso Guerrero recuperó la vida que tenía antes de conocer a Letizia
Cuando rompió con Letizia, Alonso Guerrero recuperó su labor como profesor en el instituto que conoció a Letizia. Recuperó su cátedra en las clases de Bachillerato en el instituto Ramiro de Maeztu. Se casó con la reina de España después de diez años de relación, aunque el matrimonio tan solo duró un año. La decisión fue algo precipitada.
Cuando rompió con Letizia, Alonso se refugió en la escritura, es un apasionado de la lectura y le encanta escribir sus propias historias. Su nombre siempre se ha vinculado al de la reina y nunca se le ha valorado como escritor, o por lo menos él lo ha sentido así.
En estas dos décadas, Alonso Guerrero ha recibido multitud de ofertas para hablar de la reina de España, pero nunca le ha traicionado, y eso que estaban en juego millones de euros, la exclusiva mejor pagada de la historia, pero prefirió ser la misma persona, el dinero no da la felicidad. Con la periodista siempre guardó una relación cordial, aunque a día de hoy está totalmente rota, el contacto es nulo.
En los últimos años, Alonso coincidió en varias ocasiones con su ex y el marido de ésta, Felipe. Siempre se ha acercado a hablar amablemente con el rey. Tal y como desveló en exclusiva, Casa Real nunca le ha ofrecido dinero a cambio de su silencio. Con los años ha conseguido que ya no se le conozca como el ex de Letizia y vive una vida totalmente anónima en Guadalajara.