La monarquía de Holanda, al igual que la española, es también un caos. Allí los jefes de Estado son Máxima y Guillermo Alejandro, los papás de Alexia, Ariane y Amalia. La última de ellas es la heredera del trono, la futura mandamás de los Países Bajos. Según se sabe, la princesa sigue recluida en el palacio real donde también viven sus padres y sus salidas son esporádicas. Solo pisa la calle para ir a la universidad donde estudia, en Amsterdam. Su estancia en la residencia de estudiantes quedó en agua de borrajas por culpa de la Mocro Mafia. Los servicios de inteligencia neerlandeses detectaron que esta mafia clandestina la tenía a ella como objetivo y recomendaron su cautividad en palacio. Se sigue cumpliendo a rajatabla y con un futuro incierto.
Tan incierto que aún no sabe si viajará en su primer viaje de estado con sus padres. Ya le toca porque tiene 19 tacos (hoy los cumple, de hecho), pero su delicada situación hace que las dudas crezcan en su núcleo familiar: ¿Acudirá, por lo tanto, al Caribe, a principios de 2023? Aún no se sabe la fecha exacta del periplo de la Casa Real de los Países Bajos, pero sí su ruta: y es que Sus Majestades Los Reyes visitarán Aruba, Curaçao, San Martín, Bonaire, San Eustaquio y Saba (estas tres últimas islas pertenecientes a Holanda). Allí están ya ansiosos por ver a la futura reina holandesa. ¿Se quedarán con las ganas?
Actividades surrealistas
Los Reyes, en general, y los príncipes y las princesas, en particular, suelen tener mucha relación con las Fuerzas Armadas. España no es el único país en donde podemos ver a Felipe VI vestido con el uniforme militar hablando maravillas de las FCSE. También pasa en otros estados, que no tienen por qué ser monarquías. Mira Putin, Kim Jong-Un... o el propio Guillermo Alejandro. Y es que el rey de los Países Bajos se casó vestido de militar. Multitud de chapas y condecoraciones ornamentaron su atuendo para su vista ante Dios y el altar. Lo que no sabíamos de Holanda es que también su hija, la princesa Amalia, solía distraerse con "jueguecitos militares". Datadas de la pasada primavera, en las instantáneas podemos ver a una Amalia pilotando un caza, sumergiéndose en un submarino visitando a las Fuerzas Navales o conduciendo un tanque. Surrealista:
El cumpleaños más solitario
Amalia no puede celebrar su 19º cumpleaños como a ella le hubiera gustado. Recluida en Huis Ten Bosch, la royal holandesa echa en falta el cariño que ha tenido en sus otros dieciocho cumpleaños. La seguridad manda y su reclusión en palacio ha marcado este día tan especial. La Casa Real no ha informado aún de si se celebrará o no públicamente, pero hoy, día en el que hace 18+1, no es su mejor cumpleaños. ¿Su premio será la oficialización del viaje a tierras caribeñas? Se lo merece (si su seguridad lo permite). Larga vida a Amalia y a la corona neerlandesa.
