La princesa Leonor (17 años) poco a poco se va soltando en su faceta pública, mientras que Amalia de Holanda (19) se ha confesado con un grupo de periodistas y ha desvelado quiénes son sus amigas entre las royals de su generación y cómo lleva la atención mediática que despierta, entre otras cosas. La primogénita de Máxima y Guillermo de Holanda asegura que su relación con las herederas de otros tronos europeos es bastante cercana, e incluso tienen conversaciones por WhatsApp relacionadas con su puesto en la corona.
Su grupo royal la forman, sobre todo, Ingrid de Noruega y Elisabeth de Bélgica. "Lo que más me gusta es que estoy en la misma posición que ellas, nos entendemos y no tenemos que explicar nada. Es muy agradable hablar entre nosotras sobre ciertas cosas básicas de la vida que son ligeramente diferentes para nosotras. '¿Cómo haces esto o cómo haces aquello?", señala. La que parece que no forma parte de ese grupo de herederas es la princesa Leonor. La hija de Felipe VI, ya que públicamente nunca se la ha visto junto a Amalia, Elisabeth o Ingrid. Con la que Leonor tendría más contacto es con la hermana de Amalia, Alexia, con la que comparte edad y centro de estudios en Gales.
Pero que no pertenezca al grupo de WhatsApp no depende mucho de Amalia, sino a la obsesión de los reyes españoles por proteger al máximo a sus hijas, obsesión casi enfermiza, hace que a menudo, en lugar de parecer que tienen dos hijas, la heredera al trono y su hermana pequeña, la infanta, parezca que tiene dos piezas de museo, protegidas permanentemente por una burbuja y eso le impide una relación normal con otras personas.
Amalia de Holanda y curiosidades de su vida
Amalia de Holanda cumplirá 20 años en diciembre y es probablemente la más mediática de todas. Cuando suceda a su padre se convertirá en la cuarta soberana de su país, detrás de su tatarabuela Guillermina, su bisabuela Juliana y su abuela Beatriz. Además, le gusta cantar, el hockey y montar a caballo. Estudió el bachillerato en un instituto público, el Gymnasium Sorghvliet de La Haya, donde vive la familia en el recién renovado palacio de Huis Ten Bosch. En el verano de 2020 trabajó como camarera y asombró a los clientes al ver a la futura reina recogiendo comandas de mesa en mesa.
Desde que cumplió los 18, tiene un sueldo de 4.100 euros diarios; o sea, millón y medio al año. Puede utilizar 263.000 euros para sus cosas, el resto se va en gastos de representación, seguridad y oficinas. Aun así, en el Parlamento holandés alzaron voces que veían desmesurada la asignación porque, dedicada a estudiar, sus apariciones oficiales son esporádicas. Ha comenzado un grado interdisciplinar que incluye Políticas, Psicología, Derecho y Economía en la Universidad de Ámsterdam. Por las raíces porteñas de su madre, habla español en casa. También estudia latín y chino mandarín.