La princesa Amalia de Holanda, primogénita de Guillermo Alejandro y Máxima de los Países Bajos, ha encontrado su refugio en la capital española, escapando así de la presión y las amenazas que ha enfrentado en Ámsterdam. De este modo, la heredera al trono neerlandés no duda en aprovechar cualquier oportunidad para huir de los confines reales y disfrutar de una vida normal en Madrid. En las últimas semanas, Amalia ha sido vista paseando por las calles de Madrid con su perro, alejada de la rigidez y el protocolo que rodean su vida en los Países Bajos. Aunque por motivos de seguridad no se revelan los detalles de sus lugares frecuentados o alojamiento, queda claro que Madrid se ha convertido en su lugar seguro.
Amenazas y presión: los motivos que llevaron a Amalia a huir de Ámsterdam
La joven princesa ha sido víctima de amenazas por parte de la ‘Mocro Maffia’, líderes del crimen organizado en Holanda, lo que ha cambiado drásticamente su vida y ha limitado su libertad de movimiento al punto de tener que abandonar su piso universitario para refugiarse en el palacio Huis ten Bosch, en La Haya, en compañía de su familia y del gran equipo de seguridad que la protege. Temerosa de que se cumplan las amenazas y buscando proteger su integridad, Amalia ha optado por huir a Madrid, lugar donde se siente mucho más segura, adoptando una vida paralela lejos de su país natal. Durante su estancia en la capital española, Amalia disfruta de la compañía de sus amigos y puede visitar restaurantes y tiendas sin el constante temor que la acecha en los Países Bajos, mostrando su lado más relajado y cercano a la realidad cotidiana de los madrileños.
Amalia sorprende al asistir a festividades españolas sin ser detectada
Las razones detrás de su atracción por Madrid han generado especulaciones. Sin embargo, parece que la ciudad le brinda la vida que anhela, pero no puede tener en su país de origen. Con su dominio del español, heredado de su madre, la reina Máxima, Amalia puede comunicarse sin dificultad con los locales y ha formado amistades en la capital española. Además, la heredera al trono neerlandés no pierde la oportunidad de disfrutar de eventos culturales y festividades españolas. En abril, asistió a la Feria de Abril en Sevilla, logrando pasar desapercibida ante los fotógrafos. Solo se supo de su visita cuando la diseñadora del traje de flamenca que lució compartió una publicación en las redes sociales. Amalia se deleita con la vida en España y regresa cada vez que su apretada agenda oficial y sus estudios se lo permiten.
La hermana mayor de las princesas Alexia y Ariane ha encontrado en Madrid un refugio donde puede ser ella misma, lejos de los rigores de la realeza. Aunque su título y responsabilidades la acompañarán siempre, Amalia de Holanda busca la libertad y la autenticidad que la vida royal le niega en Ámsterdam. Madrid se ha convertido en su oasis de paz y en el lugar donde sus sueños de una vida normal se hacen realidad, al menos por breves periodos de tiempo.