El fallecimiento de la reina Isabel II, el pasado 8 de septiembre de 2022, ha desencadenado una ola de especulaciones sobre el contenido secreto de su testamento y la revelación de un supuesto amante desconocido que podría poner en jaque al rey Carlos III, dado que reclamaría su puesto y toda su fortuna. Esta serie de rumores han surgido después de que los medios británicos hicieran eco de una predicción de Nostradamus que ha generado un frenesí de teorías conspirativas y un sinfín de temores en el Palacio sobre una posible amenaza a la herencia del monarca.
La predicción de Nostradamus que ha sacudido los cimientos de la Familia Real Británica
Según la misteriosa cuarteta XXIII de la Centuria VI de Nostradamus, se revela una intriga digna de una serie dramática: "Cartas halladas en el cofre de la Reina, nada de firma ni ningún nombre de autor por la policía serán escondidos los regalos, y no se sabrá quién sea el amador”. Esta enigmática predicción apunta a un romance oculto de Isabel II, del que se desconoce absolutamente todo, ya que mantuvo esta relación extramarital en secreto para no perjudicar la imagen de ‘La Firma’, la institución que lideró durante siete décadas. Ahora bien, ¿podría este amante secreto influir negativamente en la herencia de Carlos III, desviando una parte considerable de su fortuna hacia un desconocido? Los expertos opinan que sí.
Para nadie es un secreto que la credibilidad de las profecías de Nostradamus ha sido objeto de debate durante siglos, pero no podemos ignorar su historial de aciertos, como la predicción del estallido de las dos Guerras Mundiales, el asesinato de John F. Kennedy y el atentado terrorista de las Torres Gemelas. Con esto en mente, los expertos que han estudiado las obras del adivino francés plantean la posibilidad de que su predicción se cumpla, poniendo en riesgo la herencia del actual monarca británico al caer en manos equivocadas.
Carlos III podría no ser el heredero de la fortuna de Isabel II
Mientras tanto, Carlos III ha superado con creces la fortuna de su madre, alcanzando un patrimonio neto de más de 1.815 millones de libras, según un estudio publicado por ‘The Guardian’. Sin embargo, el patrimonio neto del soberano británico podría calcularse en unos 27.000 millones si se incluyera las propiedades del Crown Estate, el patrimonio de la Casa Real británica que solo pertenece a la persona “en derecho de la Corona”, es decir, al monarca reinante. Además, tampoco se conoce cuánto dinero heredó de sus padres, Felipe de Edimburgo e Isabel II, dado que sus respectivos testamentos no han sido revelados al público. Por esta razón, la incertidumbre se cierne sobre la figura del rey, ya que su derecho a la fortuna de Isabel II podría verse cuestionado por la supuesta influencia de su misterioso amante.
El mundo aguarda impaciente a que se filtre información sobre la identidad del heredero legítimo de la fortuna de la fallecida reina. ¿Será Carlos III el beneficiario indiscutible de su madre o habrá sorpresas en el horizonte? El destino de la fortuna de Isabel II pende de un hilo y la sombra del amante secreto amenaza con desviarla hacia territorios desconocidos.