Juan Carlos I siempre ha sido conocido por su fama de mujeriego. Se casó con Sofía de Grecia por obligación, pero nunca la quiso, por este motivo empezó a conocer a otras mujeres. Ha estado con miles de mujeres a lo largo de su vida. Era todo un seductor. Engañó a la reina hasta que descubrió todas sus infidelidades. Tenía una mujer en cada puerto, algunas relaciones esporádicas, otras duraderas, como la que mantuvo con Bárbara Rey, Corinna Larsen o Marta Gayà.
Las dos primeras mujeres le traicionaron, mientras que Marta Gayà siempre se ha mantenido fiel a Juan Carlos. A día de hoy son amigos, incluso en alguna ocasión le ha visitado en Abu Dabi. No obstante, entre ellos no existiría ninguna relación, y es que la mallorquina podría tener el corazón ocupada por otra persona mucho más joven que el emérito.
Marta Gayà continúa involucrada a Palma de Mallorca, pero ha aparcado las fiestas sociales para disfrutar en alta mar, donde encuentra paz y tranquilidad. Sin embargo, la socialité vive la mayor parte de su tiempo en Suiza, donde tiene su domicilio fiscal. Normalmente vive en la isla balear los meses de verano, de mayo a septiembre. Allí practica su afición favorita, la navegación. Lo hace en su propio barco y a veces en el de su íntimo amigo José María López de Letona Olarra, presidente del Círculo de Empresarios y presidente de Invexcel Patrimonio, compañía de asesoramiento financiero. Es un gran amigo de la amante del emérito y también íntimo amigo de Juan Carlos.
López y Marta Gayá son grandes amigos desde hace años
Entre José María López y Marta Gayà existen una gran relación desde hace años. Son grandes amigos con una gran confianza, incluso en alguna ocasión se llegó a hablar de una supuesta relación. El emérito se sentó junto al empresario en un partido de exhibición de Rafa Nadal en Abu Dabi en diciembre de 2021. La socialité estaba más lejos, apartada de las cámaras. La mallorquina aprovechó unos días para visitar al marido de Sofía y acudió en compañía de José María.
López está casado con Dorotea Oñate, pero a ella no le gusta el mar, así que Marta y él se hacen compañía. Muchas veces también comparten otros planes como almuerzos en restaurantes o escapadas, como si fuesen una pareja.