Juan Carlos I y Sofía nunca vieron con buenos ojos las relaciones de Felipe VI. Siempre elegía mujeres que no pertenecían a la realeza y ya por ello se las miraban con malos ojos, tampoco les gustaba sus ocupaciones. El entonces príncipe era un hombre muy apuesto, alto, con cuerpo atlético, ojos claro y con el pelo castaño, además príncipe. Era todo un seductor, igual que su padre, aunque a éste no le ha perseguido nunca la fama de mujeriego. Parece que durante su matrimonio con Letizia nunca le ha sido infiel. Tiene hacia ella respeto y admiración, algo que el emérito nunca tuvo con la emérita.
Felipe VI se casó con Letizia en 2004 y cuando se la presentó a sus padres pensaron que habían cometido el mayor error de sus vidas al quitarse de en medio a Isabel Sartorius o Eva Sannum. Ambas podrían haberse convertido en reinas si Juan Carlos no lo hubiese evitado con ayuda de los medios de comunicación. Si hubiese querido también podría haber utilizado sus influencias para destapar el pasado de la reina, pero el rey se le encaró y le juró que si no se casaba con la asturiana dejaría la corona para siempre. No iba a renunciar a ninguna otra mujer, estaba enamorado y dispuesto a formar una familia con ella.
Felipe VI se vio siempre muy cometido. No fue un adolescente normal y es que siempre tenía a los escoltas y a las cámaras detrás. No podía disfrutar con sus amigos, salir de fiesta, ni conocer a chicas, porque rápidamente se enteraba todo el mundo, y los primeros sus padres, que le regañaban. Querían que se centrarse en su labor como príncipe y futuro Jefe de Estado.
Su mejor época llegó cuando decidió irse a estudiar un máster a Washington con su primo Pablo de Grecia. Prolongaron su estancia dos años. Allí Pablo se enamoró de su todavía mujer y Felipe conoció a Gigi Howard.
Felipe VI disfrutó de su soltería antes de la llegada de Letizia
Todas estas relaciones de Felipe son muy conocidas, pero hay otras que solo fueron relaciones esporádicas que no llegaron a buen puerto, algunas un tanto curiosas. Como su cita en el restaurante Sa Cranca, de Palma de Mallorca, donde el ahora rey conoció a Gwyneth Paltrow. La actriz y él estuvieron viéndose en secreto todo el verano.
Cuando rompió con Eva Sannum por culpa de su padre, disfrutó de su soltería mientras caía en su red su nueva favorita. Flor Valero, nieta de un ex-Presidente de Venezuela, Diana Martínez-Bordíu y la actriz Gwyneth Paltrow, de quien Cunill dice que “fue la elegida para entretenerle”.
Finalmente llegó Letizia, la peor opción para Juan Carlos. Plebeya, divorciada de su profesor de instituto, de padres separados y republicanos, atea y presentadora de informativos. Además de un historial de juventud que debían esconder.