La presunta existencia hace unos días de una hija desconocida del rey emérito Juan Carlos I llamada Alejandra a partir del libro 'King Corp' de la editorial Libros del K.O. escrito por José María Olmo y David Fernández, ha hecho que muchos hayan dedicado los últimos días a repasar toda la retahíla de relaciones que se le han atribuido al padre de Felipe VI. Marta Gayá, Bárbara Rey, Queca Campillo o Corinna Larsen son solo algunas de ellas. Y eso sin contar las amantes que tuvo antes de casarse con Sofía. Una lista en la que figura el nombre de Sol Bacharach, una de las amantes de Juan Carlos más desconocidas.
Sol Bacharach es una mujer valenciana que actualmente tiene 68 años y que fue quien ocupó el lugar de Corinna. Es decir, es la persona por la que Juan Carlos rompió con la empresaria alemana en 2009.

Sol Bacharach fue la sustituta de Corinna Larsen
La propia Larsen habló de ella en el podcast Corinna y el Rey, donde habla de aquella ruptura calificándola de traición cruel y despiadada. Según Corinna, su padre había fallecido de cáncer hacía poco y viajó a Madrid para consolarse en Juan Carlos, pero se encontró con la nueva amiga del emérito.
Pero, ¿quién es Sol Bacharach? Sol es una mujer que ha destacado tanto en su carrera profesional como en su vida personal. Como profesora de Derecho Mercantil y empresaria, se ha hecho un nombre en los círculos financieros de Valencia y ha sido consejera de importantes compañías como Dragados y Construcciones. Además, ha sido miembro de la junta directiva de la Asociación United World College. Y en ocasiones ha hecho algunas visitas a Zarzuela y la reina Sofía.

Sol Bacharach es un ejemplo de superación
Sin embargo, la vida de Sol Bacharach también ha estado marcada por dos grandes tragedias. La muerte de su marido en manos de la banda terrorista ETA y la pérdida de su hermana por adicciones, la llevaron a una profunda depresión. Esta depresión se tradujo en una adicción a pastillas y alcohol, que la llevó a tocar fondo.
Pero a través de su fuerza de voluntad y tesón, pudo superar esta adicción y ahora trabaja como directora del Centro Terapéutico Marenostrum de Barcelona, compartiendo su experiencia y ayudando a otros a superar sus adicciones. “El primer día que me tomé una pastilla me sentí tan bien que pensé que había encontrado la solución a mis problemas", explicaba ante la cámara. "Yo toqué fondo cuando murió mi hermana, pero era adicta antes de su fallecimiento, aunque no lo quería reconocer, a pesar de las constantes súplicas de mi hijo para que dejara de beber, de empastillarme y de que me pusiera en tratamiento. Estaba todo el día colgada", añadía. "En mi entorno social no sufrí, al menos no lo percibí, rechazo. Delante de mí no hablaban sobre mi cuelgue diario, pero a mis espaldas sí comentaban que estaba como una zombi", zanajaba Bacharach.