Victoria Federica ha abandonado los estudios y está poniendo toda su energía y esfuerzos en convertirse en una socialité de renombre. Por ello, aparte de sus alfombras rojas, fiestas y campañas publicitarias de moda, ha empezado a aparecer en actos benéficos. Ha sido en la Fundación Ronald McDonalds de Madrid, donde se ha interesado por la tarea que hacen a favor de criaturas que sufren enfermedades de larga duración, ofreciéndoles acompañamiento durante su tratamiento. La hija de la infanta Elena, con la que no se habla por su negativa a acabar la carrera, parece querer congraciarse así con su madre, habitual de este tipo de actos solidarios. Pero el resultado no ha sido el esperado. Le faltan muchas horas de vuelo y sobre todo preparación, todo aquello que ha enviado a hacer puñetas con su decisión académica. Eso sí, haciéndose las fotos acariciando niños y enseñando su cara más tierna, un 10. El problema ha llegado después.

La presencia de la sobrina de Felipe VI no se ha limitado solo a interactuar con las criaturas. También le habían pedido ofrecer un pequeño discurso a los medios allí presentes, que eran unos cuantos, aprovechando su pertenencia a la familia del rey. Ya sabemos que Vic es arisca y hostil por naturaleza con los periodistas, por eso la presencia masiva de informadores, sabedores que en estas circunstancias la Marichalar-Borbón no tenía escapatoria. Bueno, a medias. Ha hablado, pero solo por obligación. No ha atendido a ningún reportero, solo se ha limitado a leer el texto que tenía apuntado en una hoja. ¿Qué cómo lo ha hecho? Mal. Fatal. En vez de 22 años, parecía que tenía unos cuantos menos.

Victoria Federica en la Fundación Ronald McDonalds / Europa Press

Victoria Federica, imagen ridícula durante su primer discurso en público

Nerviosa, angustiada, torpe, sin ganas... pueden ponerle los adjetivos que consideren oportunos a la intervención de la joven, que a duras penas ha podido finalizar las escasas líneas del discurso, el primero de su vida. Este es el único argumento a favor de ella, que es novataa en estas lides. Aun así la cosa daba lastimita. Esta es la quinta persona en la línea de sucesión a la corona, casiná. Vic se ha embarullado, se ha perdido, ha empezado a reír sin control y, en general, ha ofrecido una imagen pobre y ridícula. Quizás tendrá que replantearse su estrategia comunicativa: así va muy mal. Y esta es la mejor prueba.

Victoria Federica leyendo su primer discurso en público / Telecinco

El sopapo sin piedad de Ana Rosa Quintana a Victoria Federica

El vídeo ha provocado una reacción más que contundente en Telecinco, en el programa de Ana Rosa Quintana. La presentadora es más monárquica que el palo de la bandera y de una derecha muy afín a la ideología, sin ir más lejos, de la madre de la joven, la infanta Elena. Pero no ha tenido piedad de la Borbona. Le ha clavado un sopapo tras el numerito de los que hacen daño. La ha humillado con una frase corta pero implacable: "Hay veces que es mejor que no hablen". Hablaba en tercera persona del plural, pero vaya, que se le ha entendido todo. El resto de los tertulianos tampoco han sido demasiado amables. En todos los sentidos. Alessandro Lecquio: "Volcarse en la ayuda solidaria está muy bien, pero también te hace quedar bien. Esta chica está facturando un montón de dinero, espero que lo esté ahorrando, por lo menos". Fuego amigo.

Haz click en la imagen para ver el vídeo y la reacción de Ana Rosa Quintana:

Sopapo de Ana Rosa Quintana a Victoria Federica / Telecinco

Victoria empieza a verle las orejas al lobo. Tiene una cosa a favor: es joven y solo puede mejorar. A peor parece imposible.