Se podría decir que la relación entre Ana Togores y Letizia es prácticamente nula. Esto se hace más evidente si la comparamos con la amistad que la reina ha desarrollado con Marcus Brandler, la pareja de Paloma Rocasolano, a quien conoce desde hace solo tres años. La también periodista Ana Togores se casó con Jesús Ortiz unos meses antes de la boda real. Desde que Paloma decidió mudarse a Madrid, la relación entre los abuelos de Leonor y Sofía no ha sido buena, lo que finalmente llevó al divorcio debido a diferencias irreconciliables, aunque se rumorea una posible infidelidad. Poco después, Jesús comenzó una relación con su compañera de trabajo, Ana Togores.
Ana Togores y Jesús Ortiz han celebrado dos décadas juntos, en contraste con Felipe y Letizia, de quienes se dice que su matrimonio es una farsa. Letizia ha evitado a Ana siempre que ha podido, y ve a su padre solo en contadas ocasiones debido a ella, ya que no le agrada que ambos visiten la Zarzuela.
La primera humillación de Letizia hacia Ana ocurrió el día de la boda real. Los príncipes se casaron en la Almudena, pero Togores no pudo entrar al recinto, ya que se le vetó la entrada. Miles de periodistas estaban congregados en las puertas de la catedral, y Juan Carlos y Sofía no querían que se supiera de inmediato que los padres de Letizia estaban divorciados, lo que habría sido un escándalo. Ya tenían suficiente con aceptar que su hijo se casase con una plebeya, divorciada y presentadora de informativos de TVE.
Ana Togores no es bien recibida por Letizia
Ana Togores nunca fue aceptada por Letizia, quien no la quería en la familia y la trató muy mal. David Rocasolano ya había publicado en su libro sobre el primer veto a la mujer de Jesús Ortiz. La madre de Leonor y Sofía siente un odio y una competencia insana hacia Ana, primero porque ambas estudiaron la misma carrera y luego porque Jesús se enamoró de alguien de su misma edad. Esto le pareció una humillación a Paloma Rocasolano.
Letizia no quería que Ana Togores apareciera con el resto de la familia. En las fotografías oficiales, siempre la excluía del marco, obligándola a mantenerse a varios metros de distancia o, como en los bautizos de Leonor y Sofía, la encerraba en una habitación del palacio hasta que los periodistas se marcharan. Además, Ana siempre ha tenido que entrar por una puerta secreta.
Era lógico que no se la esperaba tampoco en el X aniversario de la proclamación de Felipe, como tampoco se la esperó en la jura de la Constitución de Leonor.