La relación entre la reina Letizia y su padre, Jesús Ortiz, ha sufrido una transformación radical a lo largo de los años, especialmente desde que él empezó una relación con Ana Togores, su actual pareja. Aunque hasta entonces el vínculo parecía sólido, el distanciamiento entre Letizia y Jesús se profundizó tras la separación de Ortiz de Paloma Rocasolano, su primera esposa, y la llegada de Ana a su vida. Desde ese momento, las tensiones familiares han marcado la relación entre Letizia y su padre, quien, a pesar de sus intentos por mantener la paz, ha visto cómo su presencia se ha ido desdibujando dentro de la vida de la reina.

El contexto de la separación entre Jesús y Paloma no fue sencillo. A medida que la familia se trasladó a vivir a Madrid, la relación entre ambos comenzó a deteriorarse, lo que culminó en su ruptura. Fue entonces cuando Ana Togores, quien es casi de la misma edad que Letizia, apareció en la vida de Jesús Ortiz. Esta nueva relación desató una serie de conflictos y desencuentros entre Letizia y su padre, generando un clima de incomodidad y frialdad. Según fuentes cercanas, Letizia nunca ha aceptado a Ana como parte de su círculo cercano, lo que ha generado más tensiones dentro de la familia. El hecho de que Ana Togores compartiera casi la misma edad que Letizia es uno de los puntos que más incomodaba a la reina, lo que alimentaba su desdén.

Ana Togores

La reina Letizia no traga a Ana Togores

Los episodios negativos se han dado desde el principio. Ya ocurrió en la boda de Letizia con Felipe VI. En ese evento, se le negó el acceso a Ana Togores, quien no fue invitada a la ceremonia. Aunque la decisión fue tomada para evitar controversias en torno a la ya delicada situación familiar, fue un claro indicio de la incomodidad que existía entre Letizia y la nueva pareja de su padre.

Desde entonces, el trato hacia Ana ha sido frío y cargado de desprecio. Según fuentes cercanas a la familia, la reina ha evitado en todo momento que Ana participe en los eventos familiares oficiales, buscando siempre que su presencia fuera minimizada o incluso completamente invisible.

Se rumorea que, en ocasiones como los bautizos de las hijas de Letizia, Ana era mantenida en habitaciones separadas en el palacio para que no apareciera en las fotos oficiales, mientras los periodistas realizaban su cobertura. Esta actitud refleja el deseo de Letizia de evitar que Ana Togores fuera incluida en la vida pública de la familia real. Incluso cuando Ana ha sido invitada a ciertos eventos, su entrada se ha gestionado de manera discreta, forzándola a entrar por una puerta trasera para no llamar la atención.

Ana Togores y Letizia

Jesús Ortiz y Ana Togores, vetados en la cena de Navidad

El desprecio hacia Ana Togores también se ha manifestado en las reuniones privadas familiares. En eventos importantes, como la Nochebuena, Jesús y Ana han tenido que celebrar la festividad de manera separada, compartiendo la cena con la familia de Ana debido a la creciente tensión familiar. La ausencia de Jesús Ortiz en reuniones familiares claves ha sido una señal más del distanciamiento entre él y su hija Letizia.

Este ambiente de toxicidad y frialdad ha afectado profundamente la relación entre la reina y su padre. Ana Togores, una mujer que ha intentado mantenerse al margen de los focos, ha sido víctima de la compleja dinámica familiar impuesta por Letizia, quien, aparentemente, no ha logrado superar los malentendidos y resentimientos que se originaron hace años.