En Zarzuela han sacado a pasear el look marinerito para asistir a la "ceremonia de puesta a flote del Submarino S-81 'Isaac Peral'" tal como se informa desde la Casa Real. Felipe y Letizia, flanqueados por sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, asistieron a los astilleros de Navantia en Cartagena, para ver in situ el primero de una serie de cuatro submarinos que entrarán en servicio en la Armada española los próximos años, "colocando a España en un papel relevante dentro de los países capaces de construir y diseñar submarinos".
Los monarcas españoles y el resto de palmeros luciendo sus mejores galas para un acto tan necesario como este, ir inaugurando submarinos. Pero ni Felipe es Denzel Washington en Marea roja ni España es una peli de Hollywood. Quien se ha sulfurado al ver el enésimo paripé de los Borbones ha sido un Antonio Baños que ha hablado más claro que nunca, harto de ver esperpentos grotescos como estos, llenos de fanfarria y solemnidad de chichinabo. Primero, dejando claro que ya basta de estas demostraciones, y que "mientras todo se hunde....el puto submarinito de los cojones. Qué ganas de independizarme de este circo y de todos esos payasos vestidos de primera comunión Independencia, por el amor de Dios lo pido".
Y después, con una sangrante comparativa entre dos simbólicos y patrióticos aparatos: