Entre la reina Sofía y Letizia no hay ninguna relación, y eso no es un secreto. Ellas mismas se han encargado de hacerlo público con los gestos, nunca se han pronunciado al respecto, pero sus miradas han hablado por sí solas. La emérita, como Juan Carlos, nunca quiso a la periodista como futura reina ni pareja de Felipe. Sin embargo, por el amor que siente hacia su hijo, el amor de su vida, aceptó esa relación. De hecho, consiguió que el emérito cambiase de opinión, se comprometió personalmente a hacer de la asturiana la mejor reina de España. Lo consiguió. Sin embargo, Letizia estaba tramando un plan de ataque contra todos los Borbón. Con las fechorías de Juan Carlos consiguió retirar a toda la familia de su lado y del de sus hijas, así como sus funciones institucionales y el salario que percibían de los Presupuestos Generales del Estado. La única que se salvó de la quema fue la reina Sofía.

Sofía de Grecia

La emérita quedó como una víctima de su marido, la imagen de la reina Sofía nunca se vio perjudicada, era con la única que la ciudadanía había empatizado. Se mantiene a día de hoy en la institución en el papel de emérita. Se ha hablado de la llegada de su jubilación, pero por ahora ella no lo contempla.

La reina Sofía no quería que Letizia viniese a la misa funeral a Gómez Acebo

Letizia quiere eliminarla de la jerarquía, pero se le resiste. Felipe quiere tenerla cerca, y ahora que la campaña de desprestigio a la reina ha surtido efecto, la reina ya no puede hacer nada. Todos los Borbón han vuelto y se han reunido en varias ocasiones. Incluso Juan Carlos se instaló en Madrid y almorzó en Zarzuela, algo que hace pocos meses estaría totalmente prohibido.

Reina Sofía 

La reina Sofía y Letizia se reencontraron una vez más en la calle del Sacramento de Madrid, donde se ubica la iglesia en la que se celebró la misa funeral de Fernando Gómez Acebo. La monarca llegó una de las últimas del brazo de Felipe, con resignación. Se agarró a su brazo y no dijo ni una sola palabra. Ahora se mantiene siempre a la sombra. La emérita esperaba que Letizia no viniese, pero finalmente se presentó ante las caras largas de toda la familia.

La mujer de Juan Carlos no soporta a Letizia, nunca la ha tratado bien. Y no la perdona. Las diferencias entre ellas son irreconciliables. La madre de Leonor y Sofía sabe que su suegra, que siempre regala una sonrisa, estaría detrás de esa campaña de desprestigio donde su director sería Juan Carlos. La tensión entre ellas a las puertas de la iglesia afilaba cuchillos.