Los medios de comunicación se agolparon a las puertas de El Pardo, donde se celebró el cumpleaños de Leonor. Y aunque las únicas ausencias estuvieron marcadas por Victoria Federica, Juan y Pablo Urdangarin, no todos los protagonistas de esta historia aparecieron. Según fuentes cercanas a Zarzuela toda la familia de Letizia acudió al evento. Sin embargo, las cámaras no detectaron ni a Paloma Rocasolano ni a Jesús Ortiz, tampoco a Telma ni a Carla Vigo. La reina protege a toda su familia. Aunque sean familiares de la monarca, son personas anónimas. Por otro lado, los Borbones tampoco se dejaron ver al completo. La reina Sofía estuvo en la cena, pero no apareció en ninguno de los coches. Se cree que iba en la parte de atrás del coche oficial de Juan Carlos I.
Las dos matriarcas se reencontraron en El Pardo después de verse en los Premios Princesa de Asturias. Sin embargo, es la primera vez que no tienen que dar su mejor cara. Para zanjar rumores y por protocolo, ambas abuelas mostraron mucho cariño en sus últimos encuentros, como en la confirmación de Sofía. No obstante, hay mucha indiferencia y odio. Entre ellas no existe ninguna buena relación. Está totalmente rota.
La reina Sofía, arrinconada durante la cena
Si no es por obligación Sofía nunca se ha visto con Paloma Rocasolano. Para ella siempre ha sido una intrusa en Zarzuela. Mientras que Letizia ha alejado a los Borbones, ha mantenido unidos a los Ortiz Rocasolano. Su madre es su principal apoyo, y la ha protegido siempre. Ha querido que sus hijas crezcan al lado de su abuela materna, Felipe VI, como es un “calzonazos”, tal y como le llaman sus amigos”, ha apartado a la emérita. La mujer de Juan Carlos vive a escasos metros del pabellón del príncipe, en el mismo recinto, sin embargo nunca se ha hecho cargo de sus nietas, siempre venía la ex de Jesús Ortiz. Por este motivo, Leonor y Sofía guardan un gran cariño a Paloma, y apenas tienen relación con la reina Sofía. La ven como “la otra”. Muy enfadada, la madre del rey confesó a sus más cercanos que no puede ver a las adolescentes porque no le dejan verlas.
Siempre que Paloma Rocasolano y la reina Sofía se han visto las caras han saltado las chispas. La emérita siempre se queda arrinconada en alguna esquina, como sucedió en la confirmación de la infanta. Como si ella no fuese parte de la familia, un cero a la izquierda. La madre de la reina le quita todo el protagonismo. En el cumpleaños de Leonor pasó exactamente lo mismo. Fuera de cámara ni se miran, ni se saludan. Tensión en el ambiente.