Ahora que Carlos III cumple su primer año como rey del Reino Unido tras la muerte de su madre Isabel II el pasado 8 de septiembre, ha logrado diversas tareas como monarca y otras las ha dejado pasar por debajo de la mesa como es el caso de los títulos de los hijos del príncipe Harry y su esposa Meghan Markle: Archie y Lilibet.
De acuerdo con lo reseñado por el sitio web de Vanitatis, según el protocolo real, los dos hijos de los duques de Sussex tienen derecho a los títulos de príncipe y princesa por ser nietos del actual monarca. Archie, de cuatro años, y Lilibet, de dos, podían haber recibido los títulos después de que su abuelo paterno se convirtiera en monarca el pasado septiembre. Pero no se anunció ninguna decisión tras la muerte de Isabel II.
Lo cierto es que, el 8 de marzo de este año, un comunicado emitido por la pareja que anunciaba el bautizo de su hija, se refería a la pequeña como la "princesa Lilibet". Para muchos la declaración fue interpretada como que el matrimonio deseaba que sus dos hijos tuvieran títulos reales. Sin embargo, poco después de conocerse la noticia del bautizo de su benjamina, los Sussex defendieron su decisión de adoptar los títulos, afirmando que es su "derecho de nacimiento" tenerlos.
El citado medio señala que, posteriormente salió a luz que, en diciembre de 2022, a los tres meses de comenzar su reinado, el rey Carlos III estaba indeciso sobre sus planes de conceder títulos reales a sus dos nietos más jóvenes. Finalmente, parece que sí se les han concedido, ya que los dos niños, que son sexto y séptimo en la línea de sucesión al trono, figuran ahora como "príncipe" y "princesa" en la web oficial de la familia real.
¿Cuál es la condición de Carlos III para que sus nietos tengan títulos reales?
Según fuentes cercanas a la familia real, el rey británico exigió que Archie y Lilibet se mudaran a Inglaterra para poder tener una relación cercana con él.
Esta condición, como era de esperar, es rechazada por Meghan Markle, quien ha expresado su deseo de que sus hijos crezcan en Estados Unidos (EEUU), lejos de su familia real. Presuntamente la duquesa de Sussex ha asegurado que no quiere exponer a sus hijos a la presión de la vida pública real.
La situación actual es de tensión entre Carlos III y Meghan Markle. El rey británico está dispuesto a retirar los títulos de príncipe y princesa a Archie y Lilibet si no se mudan a Inglaterra. Por su parte, la esposa de Harry está dispuesta a luchar para que sus hijos puedan crecer en Estados Unidos.
Meghan Markle, alejada de la familia real británica
A pesar de que las tensiones eran máximas entre los dos lados del Atlántico, tanto Meghan Markle como el príncipe Harry estaban invitados a la coronación del rey.
Harry asistió finalmente en solitario a la coronación, relegado a la tercera fila, mientras que Meghan Markle decidió saltarse el gran día de sus suegros. Un comunicado emitido por la pareja, a través de su portavoz, decía: "El Palacio de Buckingham se complace en confirmar que el duque de Sussex asistirá al servicio de coronación en la abadía de Westminster el 6 de mayo. La duquesa de Sussex permanecerá en California con el príncipe Archie y la princesa Lilibet".