Desde Nigeria, donde el príncipe Harry y Meghan Markle se encuentran inmersos en una serie de compromisos, se desata una polémica que sacude los cimientos de la Familia Real británica. Mientras la atención del mundo se centra en la salud delicada de dos miembros destacados, el rey Carlos III y Kate Middleton, Archie Harrison y Lilibet Diana, los hijos de los duques de Sussex, se convierten en el epicentro de una batalla campal entre la pareja.
Los duques de Sussex han viajado solos por África, revelando más sobre sus intereses. Meghan participó en un evento sobre liderazgo femenino organizado por la Dra. Ngozi Okonjo-Iweala, donde habló sobre la maternidad y el trabajo. La esposa del príncipe Harry aprovechó la ocasión para hablar sobre cómo las mujeres equilibran la maternidad con sus carreras profesionales. Expresó su amor por ser madre y destacó que sus hijos son buenos conversadores. Sin embargo, parece que solo sus padres y su abuela materna, Doria Ragland, podrán disfrutar de las conversaciones de los pequeños Sussex, ya que Meghan está decidida a mantenerlos alejados de su abuelo, el rey Carlos III, durante su lucha contra el cáncer.
El veto de Meghan al encuentro familiar
Archie, el primogénito, ha cumplido recientemente cinco años, mientras que Lilibet está cerca de celebrar su tercer cumpleaños. A pesar de haber nacido en Londres, su crianza ha transcurrido principalmente en Estados Unidos, donde sus padres buscaron una vida más privada y alejada de los protocolos reales. La pareja ha expresado repetidamente su deseo de ofrecer a sus hijos una infancia normal, apartada de las expectativas y formalidades de la monarquía británica.
Sin embargo, la enfermedad del rey Carlos III ha desencadenado una nueva dimensión en esta narrativa. A pesar de los llamados a la reconciliación y el apoyo familiar en momentos difíciles, Meghan Markle ha decidido vetar cualquier encuentro entre sus hijos y su abuelo. Esta decisión ha causado preocupación tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos, donde muchos esperaban una reunión en este momento crucial para la Corona británica.
Harry: entre la espada y la pared
Desde que se mudaron a Estados Unidos en 2020, Archie y Lilibet han viajado poco al Reino Unido, estuvieron ausentes en momentos importantes como la coronación de su abuelo. Esto se debe a la decisión de Meghan de mantener a sus hijos alejados de su familia paterna. Su postura desafiante ha causado incomodidad tanto en el rey Carlos III como en el propio príncipe Harry. A pesar de los intentos de Harry por reconectar con su padre y facilitar el tiempo de sus hijos con su abuelo, se enfrenta a una barrera insuperable. A medida que la relación de la pareja enfrenta desafíos marcados por constantes enfrentamientos debido a diferencias de intereses, hay especulaciones sobre la posibilidad de que Harry regrese al Palacio con su familia, pero bajo la condición de que Meghan se mantenga alejada, ya que muchos la ven como la responsable principal de la ruptura en la relación entre Harry y su familia.