La tensa dinámica entre el príncipe Harry, Meghan Markle y la Familia Real Británica se sumerge aún más en la incertidumbre, debido a la negativa de Meghan Markle de permitir que sus hijos, Archie y Lilibet, visiten al rey Carlos III en Londres. Esta oposición ha desencadenado una serie de tensiones en la relación entre los Sussex, particularmente porque Harry veía este viaje como un posible primer paso hacia la reconciliación familiar. Sin embargo, Meghan se muestra inflexible y ha vetado la idea de que sus hijos viajen al Reino Unido, negándose a permitir este contacto con su familia paterna a pesar de la presión de su esposo.

Meghan se mantiene firme: Archie y Lilibet no pondrán un pie en el Reino Unido

Los reportes provenientes de fuentes internas del Palacio, citados por 'The Times', sugieren que una conversación telefónica durante el cumpleaños del monarca generó expectativas de un cambio en esta situación. Sin embargo, estas esperanzas se desvanecen ante la posición firme de la ex actriz de ‘Suits’, quien ha reiterado su oposición a que Archie y Lilibet pongan un pie en suelo británico. La distancia geográfica complica aún más esta situación, dado que los pequeños residen en Estados Unidos con sus padres. A pesar de los esfuerzos del rey por mantener un contacto regular con sus nietos, Meghan ha obstaculizado significativamente la comunicación entre Carlos III y sus nietos más pequeños, provocando una consternación evidente en el padre de Harry.

Y es que la comunicación entre el monarca y los pequeños Sussex se ha vuelto aún más compleja desde que la duquesa de Sussex tomó la controvertida decisión de bloquear las llamadas entrantes procedentes del Palacio de Buckingham. Las videollamadas que antes facilitaban el contacto entre el rey y los niños se han interrumpido por completo. Este cambio repentino ha dejado al monarca en un estado de aislamiento del que nunca antes había sido partícipe. Su única ventana para comunicarse con sus nietos ahora se reduce a cuando Harry decide llamar al Palacio, como ocurrió durante su cumpleaños.

Esta decisión ha sorprendido a muchos, considerando que fuentes cercanas a los Sussex revelaron en su momento que Meghan deseaba una relación estrecha entre sus hijos y su abuelo, especialmente después de la separación de sus propios hijos de su padre, Thomas Markle. Sin embargo, este deseo parece haber quedado en el olvido, y no porque el interés de Su Majestad en estrechar lazos con sus nietos haya disminuido.

Meghan desafía la reconciliación, Harry considera regresar al Palacio

La postura de Meghan Markle ha causado notoria incomodidad tanto en el rey Carlos III como en el príncipe Harry, quien busca reconectar con su padre y facilitar el tiempo de sus hijos con su abuelo. A pesar del interés de Harry, Meghan se muestra inflexible: Archie y Lilibet no viajarán al Reino Unido. Esta decisión se torna más firme en un momento complicado para la relación de Meghan y Harry, ya que se especula que él está contemplando dejar su vida en Estados Unidos y regresar al Palacio junto a su familia.