Como cada año por estas fechas, los reyes Felipe y Letizia se han dejado caer por uno de los lugares donde no suelen fallar. Sea por el interés de Letizia por el arte, sea porque toca, el caso es que no acostumbran a perderse nunca la inauguración de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo, ARCO, en Madrid, que este año llega a su 44.ª edición. Y este año han vuelto a fichar. Un acontecimiento donde especialmente Letizia se siente como pez en el agua, rodeada de artistas y coleccionistas, y donde siempre está pendiente, dicen, de sus ex compañeros de profesión, la prensa, los medios. De hecho, Monarquía Confidencial apunta que en acontecimientos como estos, multitudinarios, llenos de gente hasta los topes, a menudo los periodistas y reporteros gráficos no pueden hacer correctamente su trabajo, cosa que a la asturiana le sabe mal: “La reina respeta y empatiza con vuestro trabajo. Quiere ver que estáis, que trabajáis”, dicen fuentes próximas.

Pero no parece que haya sido así en la inauguración de ARCO. Aunque el citado medio dice que "la reina ha ‘frenado’ en más de una ocasión a los miembros del equipo de seguridad de Zarzuela cuando estos se han mostrado un tanto intransigentes con los profesionales: 'Como vea que os apartamos, nos llama la atención', ha comentado un miembro de la seguridad de Zarzuela", lo cierto es que este año se ha producido una sensación agridulce en la inauguración de la feria. ¿El motivo? La ausencia de lo que en argot periodístico se denomina un 'plan limpio'. O en este caso, su ausencia. Un concepto fotográfico que permite capturar a los protagonistas de la jornada, es decir, los reyes Felipe y Letizia, mirando y contemplando obras de arte, absortos en su belleza y significado, sin interrupciones ni elementos de fondo que puedan distraer la atención cuando miras su foto o las imágenes grabadas. En resumen, un plano donde se vea a los reyes y basta, mirando obras.

Los monarcas, en acontecimientos como este, se pasan el rato arriba y abajo, pasillo va, pasillo viene, compartiendo e intercambiando impresiones con artistas y galeristas o admirando innovaciones artísticas, pero este año los reporteros han tenido que sufrir una dificultad inesperada: "la falta de un espacio claro y libre de elementos visuales que permitieran una captura limpia de los reyes en su interacción con las piezas de arte". Y claro, al acabar el recorrido por ARCO, "varios periodistas han expresado su desesperación por no conseguir una imagen de Felipe VI y doña Letizia contemplando obras de arte en los pabellones". Lo peor, sin embargo, ha sido la respuesta que han recibido por parte de la Casa Real cuando les han dicho que no podían hacer bien su trabajo: "El Confidente de la Corte ha sido testigo de cómo el jefe de protocolo de la Casa del Rey, Bernardo Francisco de Lizaur Cuesta, ha respondido, zanjando la situación con un escueto: 'Lo han hecho, pero no lo habéis visto'”. Y el tipo se ha quedado tan ancho... No pasará, pero a la próxima, lo que tendrían que hacer los medios, es no ir. Que Felipe y Letizia salieran a hacer el paripé a ARCO, y no se encontraran ninguna cámara, fotógrafo ni nada.