Felipe Juan Froilán de Todos los Antros ha protagonizado muchísimas imágenes lamentables a lo largo de sus 24 años. El sobrino de los reyes, hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, no es que sea la oveja descarriada de los Borbones, ya que sigue los pasos de su querido yayo Juan Carlos, sino que él como nadie representa qué es ser un nini tarambana, sin oficio ni beneficio, que vive por y para la fiesta, que va con una actitud chulesca por la vida y que le lame un pie quedar bien, por mucho que lleve el apellido que lleva. Todo vale a cambio de una buena fiesta. Imágenes para el recuerdo, tenemos muchas: él disparándose un pie, él absolutamente desatado de fiesta, todo sudado y con la lengua fuera, él con la cara tapada saliendo de un after ilegal... Es lo que tiene ser un caradura de campeonato que se cree por encima del bien y del mal.
Pero sin duda, una de las imágenes más paradigmáticas de cómo sería Froilán de adulto la tenemos con una imagen de cuando era un niño pequeño. Concretamente, de la boda de su tío Felipe con Letizia el 22 de mayo del 2004 en la catedral de la Almudena de Madrid. Una imagen que permanece en el imaginario colectivo, la de uno de los pajes, Froilán, que no paró de tocar las narices desde que entró en la iglesia. Tocar las narices y no parar de hacer travesuras, con especial atención a una imagen penosa, la de darle una patada a una niña. Froilán tenía 6 años, y en un momento de la velada, le hizo esto a otra niña que hacía de paje, que tenía dos años más que él: Victoria López-Quesada y Borbón-Dos Sicilias.
¿Qué dijo su padre, Jaime de Marichalar? "Que fue la niña quien había empezado todo y que su hijo siguió la corriente, saltándose por completo el protocolo". Sea como sea, la imagen dio la vuelta al mundo. Sin embargo, ¿cómo ha pasado el tiempo para ellos dos? Froilán ya vemos en qué se ha convertido. ¿Pero, y ella? El Mundo se ha puesto en la pista de Victoria, que a sus 26 años está enamorada de un aristócrata, Enrique Moreno de la Cova, con quien se esperan casar más pronto que tarde, a pesar de que todavía no han fijado ninguna fecha. Ella, recordémoslo, es hija del banquero Pedro López-Quesada, íntimo de Felipe y de Cristina de Borbón y Orleans, una de las mejores amigas de la Infanta Cristina. Y otro parentesco más, Victoria es prima tercera de la nueva novia del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, Teresa Urquijo.
Dicen de ella que los rasgos característicos de su personalidad son la discreción y la inteligencia. Titulada por el Glion Institute of Higher Education en Montreux de Suiza, uno de los mejores centros privados del mundo para estudiar hostelería. Anteriormente hizo prácticas en el Comité Olímpico Internacional y los que la conocen dicen que, evidentemente, nunca le ha reprochado a Froilán el gesto de niño pequeño que la inmortalizó... La duda es: ¿ahora le cae bien a Froilán? ¿O si pudiera, le lanzaría una patada como la que ella recibió a ojos de todo el mundo?