Las fotos publicadas por la revista holandesa Privé en las que se ve al rey emérito Juan Carlos I en actitud muy cariñosa con la vedette Bárbara Rey ha llevado a muchos medios a repasar de nuevo la larga lista de conquistas del ex monarca.
No obstante, la vida amorosa del emérito no es la única que se ha puesto bajo el escrutinio público. La de Bárbara también ha sido analizada. Y en la lista de affaires aparecen nombres sorprendentes que no pasan desapercibidos a la opinión pública.
Bárbara Rey, siempre codeándose con las altas esferas
Tal y como te contábamos hace unos días, Bárbara fue relacionada con Adolfo Suárez, el primer presidente del Gobierno después de la dictadura. Pero Suárez no es el único político con el que Rey habría tenido acercamientos. Joaquín Garrigues Walker, una figura destacada en la Transición española y ministro de Obras Públicas en el primer gobierno de la UCD (Unión de Centro Democrático), bajo el mandato de Adolfo Suárez, entre 1977 y 1979, también ha sido relacionado con ella. A pesar de estar casado, Garrigues mantuvo una relación sentimental con Bárbara, que, según ella misma, fue una de las historias más significativas de su vida.
La vedette ha confesado en diversas entrevistas que su relación con Garrigues no fue simplemente un affaire más. Según sus propias palabras, fue un amor verdadero. En una reveladora entrevista en 2008 en el programa La Noria, Bárbara habló con sinceridad sobre los detalles de su romance con el ministro, destacando que él siempre la trató como a una mujer con dignidad y respeto. "Joaquín me trató como un ser humano, como a una mujer", comentó, subrayando que su relación no se escondía como otras de sus aventuras amorosas con figuras públicas.
A pesar de ser un hombre casado y de ocupar un cargo relevante en el Gobierno, Garrigues Walker no tuvo reparos en visitar a Bárbara Rey en su domicilio en Arturo Soria, un gesto que, según ella, demostraba el afecto genuino que sentía por ella. "Vino a tomar café a mi casa en muchas ocasiones y nunca le importó que le vieran. Te estoy hablando de mi casa de Arturo Soria, que había que cruzar la portería, el jardín, la piscina...", explicó en la misma entrevista. Estas visitas regulares y públicas sugerían que el ministro no se avergonzaba de su relación con la vedette, algo poco común en una época en la que las relaciones extramatrimoniales de figuras públicas solían mantenerse en la más estricta discreción.
La relación apuntaba a matrimonio
A lo largo de los años, Bárbara Rey ha insistido en que su relación con Joaquín Garrigues no solo fue intensa, sino también muy seria. El político, conocido por pertenecer a una familia influyente y apodada en la época como "los Kennedy españoles", le habría prometido a Bárbara que se casarían. Sin embargo, ese plan nunca se materializó, ya que en 1980, el ministro falleció a causa de una leucemia, poniendo fin a lo que Bárbara ha descrito como uno de los capítulos más importantes de su vida sentimental.
Este romance no es el único que ha acaparado la atención mediática en la vida de Bárbara Rey, pero sí uno de los más significativos. Durante su relación con el ministro, Bárbara mostró su apoyo a la UCD en las Elecciones Generales de 1977, en parte motivada por el vínculo que mantenía con Garrigues Walker. Este hecho también subraya la influencia que tuvo su relación con el político en su vida personal y pública.