El nombre de Bárbara Rey vuelve a estar en el centro de la polémica tras la reciente filtración de unas imágenes donde aparece en actitud cariñosa con el rey emérito Juan Carlos I. A pesar de que el escándalo ha generado gran revuelo, la vedette murciana ha mantenido un perfil bajo en su localidad natal, Totana, mientras se prepara para su próxima actuación teatral en Hellín, Albacete. Sin embargo, su tranquilidad aparente esconde un trasfondo de tensiones personales y familiares que han cobrado fuerza en los últimos días.
Mientras el rey Juan Carlos I disfruta de las regatas en tierras gallegas, sin hacer mención pública al escándalo de las fotografías, Bárbara Rey ha sido vista en Totana en una escena aparentemente cotidiana, tomando un granizado de limón. Aunque su presencia en la localidad murciana pareciera indicar que se mantiene al margen de la tormenta mediática, la realidad es que la artista está lejos de estar relajada. Su reciente aparición en el programa de Sonsoles Ónega, donde entró por teléfono visiblemente molesta, es un claro reflejo de la tensión que vive.
Bárbara Rey viajará a Madrid para querellarse contra su hijo
El detonante de su malestar tiene que ver con las declaraciones de una antigua amiga que la ha puesto en el centro de la controversia. En este sentido, también ha resurgido el tema de los chantajes que supuestamente Bárbara habría ejercido sobre la corona a cambio de su silencio, algo que ella sigue negando rotundamente. A lo largo de las últimas décadas, se ha especulado que estos chantajes fueron financiados con fondos reservados del Estado, pero la vedette ha desmentido cualquier tipo de extorsión hacia el monarca.
A esta situación se suman los problemas familiares que Bárbara Rey enfrenta con su hijo, Ángel Cristo Jr., a quien acusa de haber filtrado las controvertidas fotografías a la revista holandesa Privé. De hecho, la actriz ha anunciado que se reunirá próximamente con sus abogados en Madrid para iniciar acciones legales contra él. Este conflicto familiar ha acentuado la tensión que rodea a Bárbara, quien siente que su hijo ha traicionado su confianza y la ha expuesto a un escándalo mediático que ella preferiría dejar en el pasado.
Felipe VI presiona a su padre para que frene el escándalo
Pero lo que ha llamado especialmente la atención es la noticia de que Bárbara ha recibido dos mensajes directos relacionados con el escándalo, no de Juan Carlos I, sino a través de terceras personas. Según fuentes cercanas a la vedette, estos mensajes habrían sido enviados por el rey emérito y contienen un claro mensaje: Juan Carlos I está profundamente dolido y molesto con lo que ha hecho su hijo Ángel Cristo Jr., y considera que tanto él como Bárbara son las verdaderas víctimas en esta situación.
Lo más sorprendente es que estos mensajes no parecen provenir únicamente del rey emérito, sino que detrás de ellos estaría también la figura de Felipe VI, el actual monarca. Al parecer, el hijo de Juan Carlos I ha pedido a su padre que intervenga para que Bárbara ponga fin a este escándalo de una vez por todas. Es precisamente esta intervención la que habría motivado el inminente viaje de Bárbara a Madrid, donde se espera que mantenga reuniones clave para abordar este asunto.