La coronación de Carlos III de Inglaterra sigue dando que hablar cinco días después de sucederse. Cómo no, hubo pollos, anécdotas, berrinches y muchos muchos royals. Uno de ellos que era impensable que no estuviera en la cita fue Guillermo de Gales. El príncipe heredero, hijo de Carlos, no dudó en mostrar pleitesía al nuevo Rey y ofrecerse como fiel vasallo. Le besó la mejilla cuando Charles estaba en el trono, como marca el protocolo, y tuvo un percance por el que Carlos de Inglaterra cogió un mosqueo de tres pares de narices.
Y es que la carroza de Carlos llegó antes que la de los príncipes de Gales y esto molestó en demasía al nuevo monarca con corona. Estaba previsto que la carroza de los príncipes de Gales saliera antes desde el palacio de Buckigham dirección la abadía de Westminster, pero finalmente no fue así. Se le adelantó su hijo y ahora se sabe el motivo real. Causó estupor ver al rey sin el cortejo previo de su hijo, su nuera y sus nietos: es el propio Omid Scobie, autor de la polémica autobiografía de los duques de Sussex, el que revela el por qué de este contratiempo. Un error de protocolo brutal con el que la coronación comenzó con el pie izquierdo.
Varios expertos en lectura de labios aseguraban que His Majesty protestaba ante la atenta escucha de Her Majesty The Queen Camilla. "Nunca podemos llegar a tiempo", gruñía en la carroza principal. Algo que tenía su explicación: Carlos III había comenzado con mal pie, pues su hijo aún no había llegado a Westminster e, incomunicado en la carroza, no sabía incluso si había salido ya de Buckingham Palace. Algo que le incomodaba... ¡Mira que habían estado ensayando, eh! Pues ni en estas. Y ahora Scobie cuenta el motivo por el que William se retardó aproximadamente unos tres minutos en salir de palacio y, por lo tanto, no llevar la delantera en el desfile de carrozas. Fue por culpa de Luis, Carlota y Jorge.
Luis, Carlota y Jorge de Gales son los hijos de Kate Middleton, ordenados de menor a mayor. Los chicos se podrían haber entretenido más de la cuenta y, queriéndolo tener todo preparado, podrían haber perdido tres minutitos vitales que harían que el protocolo no saliera 100% como se esperaba.
Más contratiempos
Este, sin embargo, podría no haber sido el único de los contratiempos. Hubo más, aunque la obispa de Chelmsford, Guli Francis-Dehqani, no los confirma: "Hubo una o dos cosas que no se ajustaron estrictamente al plan". Preguntada al respecto, ni mú: "No voy a avergonzar a nadie en particular". Bien dicho, se dice el pecado, pero no el pecador.