'Spain is different'. Una diferencia que, en el caso de la Casa Real, hace que el el eslogan franquista del Ministerio de Turismo de Manuel Fraga sea sangrante para los habitantes de Zarzuela. Al Rey Felipe, cacareado como 'El Preparao', eso del coronavirus le cogió a contrapié. España decretaba el estado de alarma y el confinamiento y el Jefe de estado tardaba interminables días en salir de la guarida y dirigirse a sus súbditos con un discurso que pasará a la historia como el más ridículo y vacío de la historia. Después llegarían sus tratos con magnates chinos, visitas propagandísticas a IFEMA y videoconferencias con empresarios. Muy tarde y muy mal. Antes, sin embargo, sí que tuvimos noticias del Borbón, para sacrificar al padre por sus negocios sucios y oscuros. Salvar la corona y el 'chollo' era mucho más urgente. La pandemia, ya tal.

Felipe VI mascarilla @CasaReal

Juan Carlos GTRES

Pues sí, la Corona española es distinta. Y han sido sus homólogos ingleses los que les han dejado retratados. Desde el primero al último. Un sencillo gesto que no cambia el efecto demoledor del coronavirus, pero que marca la diferencia entre unos y otros: los bisnietos de la Reina Isabel II, hijos de Guillermo y Kate Middleton, aplaudiendo a los sanitarios que comienzan a saber cuál es la magnitud de la tragedia. Sus aplausos son sopapos en la cara de Felipe, Letizia y sus hijas: la futura monarca Leonor, millonaria gracias a los tejemanejes del abuelo (que no por Rosalia), y su hermana Sofía, de rebote. Todo, un retrato que fulmina un régimen totalmente aislado de la realidad, mirándose continuamente el ombligo y que reaccionan sólo cuando vislumbran el desastre.

 

Felipe Letizia Isabel II Europa Press

Familia Real Europa Press

Aquí las noticias son otras: Felipe apaga los fuegos de 'papá' con gasolina, Letizia más preocupada por el bótox y las chiquillas repasan el catalán​ para blanquear el desprecio de Zarzuela contra Catalunya. "Historia de España".