La imagen de la reina Letizia ha sido objeto de innumerables interpretaciones a lo largo de los años. Desde su ascensión al trono, ha sido vista como una figura rígida, controladora y de carácter fuerte, rasgos que, lejos de atenuarse, parecen haberse acentuado con el tiempo. Sin embargo, también se ha sabido de su faceta impredecible, amable e incluso divertida, protagonizando anécdotas que han dado mucho que hablar. Pero ninguna como la que tuvo lugar en la residencia del cantante Joaquín Sabina, una noche que seguramente pesará en su memoria.

Jaime Peñafiel, en su libro ‘Anécdotas de Oro’ y posteriormente en su reciente publicación 'Los silencios de Letizia', relata una velada que también se puede leer en el libro biográfico de Sabina titulado ‘En carne viva’ y escrito por Javi Menéndez Flores. Todo empieza cuando la reina Letizia deseaba conocer a Joaquín Sabina, uno de sus artistas favoritos, y se organizó una cena en su honor en la residencia del cantante en Madrid situada en Tirso de Molina. Lo que en principio iba a ser una reunión breve se extendió hasta altas horas de la madrugada, dejando un detalle que no pasó desapercibido para la Casa Real.

joaquin sabina EP
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La noche más comprometida de Felipe VI ocurrió en casa de Joaquín Sabina con Letizia de por medio

Según relató Sabina a Peñafiel, sacó a bailar a Letizia, antes de que esta tuviera la oportunidad de hacerlo con el príncipe Felipe. La reacción del heredero al trono no se hizo esperar.  “Se quedó un poco sorprendido y muy cortado cuando Sabina le pisó la oportunidad de ser él quien bailara con su prometida un tema compuesto para el día de la boda”, comenta Peñafiel. Pero el cantante no se detuvo ahí, continuando con sus bromas y provocaciones hacia Felipe VI, al que pidió que bailara con su novia que le estaba dando un “ataque de cuernos”.

Un chiste que no hizo ninguna gracia a la casa real

Un rato después, Letizia se atrevió a hacer un chiste subido de tono al poeta y pintor, comparándose con Estefanía de Mónaco, quien en aquel entonces estaba casada con un artista de circo. "Las dos nos parecemos porque Estefanía folla con un funambulista y yo soy una fulana muy lista", susurró la reina a Joaquín. Varias fuentes especializadas en la casa real aseguran que, aunque Letizia ha afirmado en repetidas ocasiones ser abstemia, este relato sugiere lo todo contrario, lanzando sospechas sobre si iba algo perjudicada y chisposa. Para más inri, el anfitrión mantuvo la bandera republicana encima de la mesa durante toda la velada a sabiendas de los ideales de Letizia, algo que parece que le hizo mucha gracia a la princesa.

Aquella anécdota, sin embargo, tuvo consecuencias negativas en la relación entre la Casa Real y Sabina, que fue declarado persona non grata después de que Javi Menéndez Flores reprodujera la escena por primera vez en el mencionado libro.