El martes la princesa Leonor pasa a la edad adulta, con todo lo que eso significa. Jurará la Constitución española en el Congreso de los Diputados y, la misma tarde, reunirá a su familia para celebrar el cumpleaños en el Pardo. Una fiesta polémica, en la que las ausencias son más comentadas que las confirmaciones. O eso creíamos hasta que, hace unos minutos, el digital Vanitatis se ha lanzado en plancha con una información exclusiva que gira la tortilla del relato hecho hasta ahora. Zarzuela tiembla. De miedo, de nervios y de incomodidad.
Los primos de la princesa son el gran caballo de batalla, el mejor ejemplo de las tirantes relaciones familiares entre Borbones. Había bajas confirmadas: Victoria Federica, que tiene mejores cosas que hacer en Perú que asistir a la celebración de la futura reina, Pablo Urdangarin que tiene la excusa del balonmano y Juan Valentín, el primogénito de Cristina e Iñaki, que es un misterio en sí mismo. También quedaba en el aire, con pocas posibilidades de presentarse en Madrid, Felipe Juan Froilán de Todos los Santos. El hermano de Vic, expatriado en Abu Dabi con su abuelo Juan Carlos, parecía que tampoco se lo podía montar para abandonar su exigente puesto de trabajo en los Emiratos. Pobre. Con la ilusión que le haría acompañar a su prima y, especialmente, a la tía Letizia. La adora. Tanto como su hermanita del alma. La relación es pésima, y fumarse la cita era lo más fácil. Pero, oh, sorpresa. ¡Milagro! Froilán ha cambiado de opinión y el martes estará en España. Acepta la invitación.
El hijo de Elena y Jaime Marichalar vendrá acompañando a su abuelo Juan Carlos, el gran elefante en la habitación de una monarquía vetusta, manchada y que no se soporta entre ellos. Como el emérito ha declinado quedarse a pernoctar en Madrid en casa de la Tía Pecu 2, su hermana Margarita, y como tampoco le dejan dormir en la que ha sido su casa durante décadas, utilizará el jet privado como quien coge un taxi. Vendrá, celebrará y se marchará. Todo el mismo día. Una matada para un señor de 85 años, pero lo que sea para marcar paquete y gritarle al mundo me la refanfinfla todo. Este plan de viaje convence a Froilán, que puede pedir una dispensa de un día y al día siguiente fichar como todos los curritos de Abu Dhabi, y tal. Eso si no se despista en un after, claro.
El director del digital y colaborador de Sonsoles Ónega en Antena 3, Nacho Gay, escribe: "Fuentes de toda solvencia informan a Vanitatis que Froilán sí viajará finalmente a España para estar presente en la fiesta privada del cumpleaños de Leonor. El hijo mayor de la infanta Elena y Jaime de Marichalar viajará con su abuelo, el rey Juan Carlos, en avión privado desde Abu Dabi hasta Madrid. Abuelo y nieto darán una alegría a la familia al poder asistir junto al resto a la celebración privada que se llevará a cabo en El Pardo el próximo martas a última hora de la tarde". Bueno, Nacho, alegría, alegría... más bien cara de póquer. Mataríamos por una foto de esta celebración multitudinaria, con todas las ramas royals allí haciendo grupitos, susurrando, poniéndose a parir y haciendo postureo del bueno cuando toca. No pasará. No habrá documento gráfico. Y mira que será la última vez que se vean todos juntos. Pero ni así. Mejor sin testigos, por lo que pueda pasar.