Juan Carlos I lleva ya más de un año lejos de su querida España. Y desde el primer día que huyó por piernas en Abu Dhabi para eludir las posibles acciones de la Justicia española (sí, parece un chiste), el Borbón de 83 años sueña con volver y recuperar su vida de lujo. La jaula de oro de los Emiratos Árabes está bien, pero no es lo mismo que los festines, las corridas de toros y las regatas con los 'amigotes'. Su tropa cortesana y mediática lo repite más o menos cada 15 días: que está aburrido, que tiene las maletas a punto y que cada vez llueve menos porquería sobre su imagen pública. Parece, sin embargo, que haría bien en deshacer el equipaje, porque el alud de escándalos económicos no tiene fin. Y el goteo lo hunde cada vez más.

La última revelación sobre su curioso concepto del dinero y las obligaciones tributarias (ya las éticas y morales ni hablamos) es excepcional: 'Juanito' utilizó a Patrimonio Nacional para pagar lujos a sus amantes, gastos de palacios, yates y viajes. No tributó ni un mísero céntimo al erario pùblico de las millonarias donaciones de sus benefactores, haciendo lo que mejor sabe hacer: trampas. La información es del diario Público, y pone a prueba nuestra capacidad para asimilar la magnitud de su jeta y codicia.

Juan Carlos I, un protegido de sus amigos árabes / Europa Press

Las tramas y corruptelas del Rey de España se amontonan, y sólo refuerzan la evidencia: la Corona 'no es trigo limpio'". Sí, ya se encargará el sistema judicial y tributario español de cubrirla y protegerla, archivando y desestimando causas por su proverbial inviolabilidad, o mediante regularizaciones fiscales 'de tapadillo'. Lo que haga falta para blanquear el modus operandi de una institución que quizás ha pasado de manos, pero desprende el mismo hedor a podrido. Son cosas de familia. Felipe es la gran esperanza para perpetuar aquello que el padre Juan Carlos ha ensuciado y destruido a lo largo de su reinado. Habrá quien se lo crea por interés, ideología o inocencia inaudita, pero los que no se lo tragan son millones. Y en Catalunya, mayoría.

Precisamente, un o una catalana dejó hace tiempo un mensaje dirigido a la estirpe borbónica y que los retrata con exactitud. Lo más curioso del caso es dónde la plasmó: en un puente de la carretera C-25, conocido como Eix Transversal. A la altura del límite entre Berga y el Moianès, como ha identificado un tuitero. Los conductores de esta vía se lo encuentran a menudo: "Borbón Vividor". Pero el periodista y político Albano-Dante Fachín, republicano por naturaleza, no la había visto y se ha quedado sin palabras admirándo la pintada. Sí, sin palabras, porque ha reaccionado con un símbolo: una mano y un dedo que parafrasean aquel '¡Al loro'! tan célebre de Joan Laporta. O lo que sería lo mismo, una señal de alerta para que todo el mundo lo vea y salude con el claxon al pasar, por ejemplo.

Albano-Dante Fachín, republicano y observador / ACN

'Borbón vividor' en la carretera C25 / @albanodante76

Juan Carlos está triste, piensa que a nadie lo recuerda ni le estima. Se equivoca. Aquí lo tenemos a menudo en la cabeza. Y se le conoce muy bien.