¡Movida, movida! 'Supervivientes' ha vivido una de las peores broncas de su historia. Un pollo mayestático en toda regla. Por intensidad, por los insultos y amenazas y por la identidad de uno de los protagonistas de la reyerta: Ignacio de Borbón, el primo modelo de Felipe VI. El joven parecía una balsa de aceite, incluso a veces un pánfilo, pero ha acabado reventando y de qué manera. Ha sido poseído por el mismo Lucifer, perdiendo los estribos contra Alejandro Nieto, otro aspirante a Robinson Crusoe que, la verdad, es insoportable, machista y el ejemplo más palmario de victimismo. Cierto que Nieto tiene que aguantar que le llamen "simio", "unga-unga" y expresiones similares casi a diario, pero vaya, que no es ninguna hermanita de la caridad. También es muy macarra, como acaba de demostrar ante toda la audiencia de Telecinco.
El choque entre los dos, que no tenían la mejor relación del mundo pero tampoco se detestaban tanto, es la consecuencia de una enemistad galopante y en la que Ignacio era un invitado de piedra. Alejandro y Marta Peñate, dos personajes surgidos del universo 'La Isla de las Tentaciones', se pelean de sol a sol, llueva, nieve o haga un calor de mil demonios. Ella es la más insolente y agresiva, faltándole el respeto sin miramientos. Él, sorprendentemente, no respondía a los ataques con la misma vehemencia, pero todo eso ha cambiado esta semana. Este barrizal salpicó al Borbón, que salía a defender a su amiga. Y estallaba la tercera guerra mundial.
La secuencia es esta: Ignacio rebate las palabras de Nieto hacia Peñate mientras tiene en la mano una navaja multiusos. Cerrada, por cierto. En el fragor de la batalla, el Borbón llega a tocar el cuerpo de Alejandro, que reacciona con uno "no me toques" de parking de discoteca y un añadido ridículo, "con la navaja abierta". Como si el primero fuera 'El Vaquilla', o vete a saber. El primer round acaba más o menos bien, con ambos desafiándose a escasos centímetros, pero sin heridos. Era el preludio, sin embargo, de un huracán destructivo en el que oímos y vimos de todo.
Más tarde, durante el reparto de alimentos, vuelve el baile. "¡Deja de gritar!", le espeta el primo royal a su compañero de playa. El andaluz, fuera de sí, volvía a poner su cara contra la de su rival: "¡Te grito si me sale de la polla!". ¿La respuesta? "No me escupas a la cara". El resto de concursantes intentan separarlos, pero Ignacio ya había dicho basta. Iba desatado, sin frenos. A por todas. Le amenaza: "Te vuelves a poner así y tenemos un problema, ¿eh?". Frase que recibía la educadísima respuesta del exmíster España: "¡Ten cojones y tócame, tú ten polla y tócame!". De aquí a la RAE. El Borbón: "Puto simio, gilpollas". La mejor réplica de Nieto: llamarle "¡flojo!" a un Borbón. ¿La guinda? Clavarla donde más daño le hacía a Alejandro: "Eres un mierdas que no sabes ni respetar a tu novia".
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Ahora ya saben cómo se pelea un Borbón. ¿Y saben qué? Que en el polígono hay más clase que en el universo monárquico.