Juan Carlos, el tarambana mayor del reino, lleva unos cuantos años haciendo querer creer a la ciudadanía que él es un santo varón, que no ha roto nunca un plato, que es inocente, que no entiende porque ahora de sopetón se le ve como a un apestado, a kilómetros de distancia de Zarzuela, que es donde él considera que tiene que estar... Hay que tener jeta y poca vergüenza. Alguien que ha tenido una actitud absolutamente lamentable mientras ejercía el reinado, alguien que se ha aprovechado del cargo de mala manera, alguien que ha hecho lo que le ha venido en gana, tanto con respecto a mujeres como con respecto a negocios, cuando en teoría, tendría que haber tenido un comportamiento ejemplar, pues este alguien encima se sorprende cuando después de la patada de su hijo Felipe, siempre le cierran las puertas a su sueño húmedo de volver a España de manera definitiva.
En Zarzuela no quieren ni imaginar esta posibilidad, tanto por parte del monarca Felipe, como por parte, sobre todo, de su nuera Letizia, que lo detesta y nunca se ha escondido. Y él, erre que erre, sigue insistiendo con que lo dejen volver de manera definitiva. Quizás no le ha quedado lo bastante claro que no quieren coincidir con él ni en pintura. La última demostración, cuando hace unos días le dijeron que espabilara a marcharse de Sanxenxo, donde había vuelto a visitar a sus amigos y navegar, para no coincidir con la princesa Leonor, que iba hacia Galicia al día siguiente. Pero no hay vez que el emérito vuelva a España que no insista en que él se quiere quedar permanentemente, en que está harto que tenga que volver con el rabo entre las piernas hacia Abu Dhabi.
Un discurso, este de mostrarse como alguien inocente, que cualquiera con dos dedos de razón no se traga, pero que la legión de palmeros pelotas del Borbón sí. O quizás no se lo tragan pero hacen ver que sí. Todo sea para seguir bailándole el agua a los Borbones. Y entre estos, otro Borbón que se ha posicionado claramente. Un sobrino directo de Juan Carlos y por lo tanto, primo de Felipe. Quién: Bruno Gómez-Acebo. Un hombre que ha reaparecido en Madrid después de cinco meses, desde que murió su hermano Fernando a los 49 años. Uno de los hijos de Pilar de Borbón fue al reciente concierto de Karol G al Santiago Bernabéu y allí charló con la prensa sobre los difíciles momentos que han vivido por la pérdida de su hermano: "Estamos lamiéndonos las heridas un poquillo y asimilando los vacíos. Ha sido un año duro y hace falta descansar un poco".
Al primo de Felipe también le han preguntado por las constantes e indisimuladas visitas de Juan Carlos a España, cada vez más frecuentes, y en este sentido, lo que ha dicho del emérito no gustará a Felipe ni Letizia. Preguntado sobre si su tío tendría que volver de manera definitiva, Gómez-Acebo lo tiene claro: "Cómo debe ser, ¿no? Es su hogar, es su país, es donde tiene que estar". No piensan lo mismo Felipe y Letizia.