'La Firma' sigue pasando horas muy tensas. Tras la pérdida del título de Reina Consorte por parte de Camilla Parker-Bowles y las infinitas bajas de la coronación real de Carlos III de Inglaterra del próximo 6 de mayo, a Buckingham Palace se le acumulan los problemas. Hoy se ha sabido, gracias a la prensa rosa británica, que habrá un desalojo inminente en el seno de la familia real más importante del mundo. La Royal Family está rota en mil pedazos, está hecha trizas, pero esta última noticia impacta y mucho. The King Charles le dice bye bye a su hermano el príncipe Andrés.
Y es que el duque de York, que hasta ahora ha estado viviendo tan tranquilo en Royal Lodge, una de las residencias de Windsor en donde residía la soberanísima Isabel II, lo tiene bien negro. En pocos días será desalojado a otro habitáculo, este con muchísima menos pompa y mucho más humilde. Se trata del Frogmore Cottage, que no tiene absolutamente nada en común con su residencia actual, en la que vive con su ex mujer con la cual tiene muy buena relación, Sarah Ferguson.
Las diferencias entre Royal Lodge y Frogmore Cottage
La verdad es que pasar de un sitio a otro es como pasar del paraíso al infierno. El Royal Lodge es una casa catalogada de Grado II en Windsor Great Park en Berkshire, Inglaterra, a media milla al norte de Cumberland Lodge y a 3'2 millas al sur del Castillo de Windsor. Su historia se remonta a mediados del siglo XVII y las características en Booking marcarían un cinco estrellas gran lujo. Obviamente no está en disposición para alquilarlo, pero mejor no quieran saber el precio. Sus 30 habitaciones, 7 dormitorios, su salón y capilla privadas y su casa de campo en miniatura hacen de esta estancia un paraíso alucinante. Te sientes como en las nubes cuando estás allí. Pues bien, ahora el duque de York y su ex esposa solo podrán ver esta espectacular mansión por el Google Earth... o por el Google Maps. Podrán escoger: Carlos III ya ha encargado su desalojo.
Un desalojo, pero con nuevo destino. Andrés y Ferguson se instalarán en Frogmore Cottage. Parte del patrimonio público de la monarquía británica, este chalet situado en Frogmore House era hasta hace nada propiedad de Harry y Meghan Markle. Los duques de Sussex, sin embargo, deberán dejarles paso ahora al tío del príncipe Enrique, que podrá disfrutar de una casa desangelada para los miembros de la realeza, pero un casoplón en mayúsculas para el resto de los mortales. Frogmore Cottage dispone de tan solo cinco habitaciones y su extensión en metros cuadrados es infinitamente inferior a la de Royal Lodge. Acostumbrados al pijerío máximo, Ferguson y el duque de York lo pasarán ahora mal. Y todo por la decisión del Rey de Inglaterra, que parece cada vez más dispuesto a alejarse de la figura de su hermano el príncipe Andrew. Sigue el culebrón en Buckingham Palace.