Jaime del Burgo ha sido durante los últimos 11 meses el mayor peligro que han afrontado Felipe y Letizia. El amante de la reina y el cómplice que engañó al rey haciéndose pasar por su amigo cuando se metía en la cama con su mujer y madre de sus hijas. Pareció que explicaría muchas de las interioridades de Zarzuela, que desarrollaría en un libro, o serie de TV o tuits, la cara oculta de los reyes de España, qué hacen cuando salen del foco, cuando vuelven de un acto oficial. Esta es la parte más interesante de Del Burgo, la razón fundamental por la cual tiene interés este hombre de negocios navarro. Es irrelevante como cuñado de Letizia, como marido de Telma. Interesa porque sabe de verdad cómo es el jefe del Estado, el hombre que sin someterse a elecciones se sitúa en el vértice de la pirámide de poder y autoridad en España. Felipe de Borbón. Y finalmente, después de meses de Jaime del Burgo dando palos de ciego y volantazos, después de borrar tuits, de eliminar Instagram, de hablar de banalidades, de opinar, finalmente Del Burgo vuelve por aquello que fue el foco de interés de 26 millones de personas: explicar la cara oculta de Felipe y Letizia. Y es más oscura de lo que pensamos. Tuit:
¿Por qué sé que sus lágrimas y pésames no son sentidos?
— j (@JaimeDelBurgo) November 8, 2024
Por haber vivido tantas cosas con ellos. Por vivir juntos la tragedia de Spanair, por ejemplo, donde los muertos eran números que Herrainz, jefe de seguridad de la Casa, iba contando para ver en qué punto decidían suspender…
Jaime del Burgo habla de lo que sabe, de lo que ve, y revela unos cuantos secretos que hasta ahora nunca nadie había explicado. Recuerda una tragedia similar a la de València, el accidente de Spanair con 154 muertos. Fue el 20 de agosto de 2008 y como siempre en estas fechas los reyes estaban de vacaciones privadas, sin notificar a los ciudadanos. Ahora se sabe dónde estaban: haciendo un crucero de lujo con Jaime del Burgo por las islas griegas pagado, atención, por Jaime del Burgo. Los príncipes Felipe y Letizia tuvieron que volar a toda prisa a Madrid para dar el pésame a los familiares de las víctimas. Del Burgo revela que los actuales reyes se resistieron a interrumpir las vacaciones y pactaron con el jefe de Seguridad de Zarzuela que a partir de un determinado número de muertos volarían a Madrid. Leerlo da escalofríos y asco. ¿A partir de cuántos son "muchos" muertos? Al final se vieron obligados a viajar a España. Muchos lo recuerdan porque Letizia apareció con la cara desfigurada. Estaba en el crucero griego recuperándose de una cirugía estética bestial en la cara. Esta foto todavía la persigue:
Del Burgo añade más: cuando creía que Felipe y Letizia, dada la magnitud de la tragedia, evidentemente no volverían al crucero de lujo, invitó a otros amigos para ocupar las plazas de los príncipes. Cuál fue su sorpresa cuando vio llegar de nuevo a Grecia a Felipe y Letizia, querían seguir de crucero. Del Burgo tuvo que alquilar un segundo barco para meterlos. Todo es repugnante y siniestro. Del Burgo añade que el pésame de los reyes es postizo, que humanamente no los afecta nada y más bien les repugna el contacto humano con las víctimas, hasta el punto que cuando vuelven a Palacio lo primero que hacen es quitarse la ropa con la cual les han tocado y ducharse para sacarse de encima el olor, el calor humano. Ven a los plebeyos como "leprosos". Solo les interesa cómo han quedado en el Telediario y presionar a Hola para que la portada sea la más "emotiva" para el matrimonio real. Hola ha sido esta semana la única revista que puso a Felipe en primera página, para ellos Letizia es menor. El texto de Jaime del Burgo es, esta vez sí, demoledor. Lo reproducimos íntegro por si lo borra, o se lo hacen borrar:
"¿Por qué sé que sus lágrimas y pésames no son sentidos? Por haber vivido tantas cosas con ellos. Por vivir juntos la tragedia de Spanair, por ejemplo, donde los muertos eran números que Herrainz, jefe de seguridad de la Casa, iba contando para ver en qué punto decidían suspender sus vacaciones (pagadas por mi, como tantas). Sí, estaban en el barco conmigo en Grecia el día del accidente. Y sí, de nuevo a las horas del funeral en otro que alquilé por separado ya que el mío lo había llenado con otros amigos pues pensé que no volverían después de aquello. Lloran como actores. ¡Si no les importan los muertos de ETA, les iban a importar los que se llevó la tormenta! Los veréis en los funerales de Valencia llorar, abrazarse a los familiares que se irán a casa creyéndolos sin saber que les han servido de instrumento para lo único que les importa: reparar su imagen pública. De ahí ellos a palacio. A quitarse nada más llegar la ropa y a lavarse como si los hubieran abrazado leprosos. Y a cenar con apetito y a seguir decidiendo por nosotros el destino de todos nosotros porque son el poder REAL. Cenaran frente al televisor para ver qué tal quedaron, y se asegurarán de que Hola! tenga la fotografía más «sentida» de su actuación para la siguiente portada. El huido en Abu Dabi hacía lo mismo. Y a Leonor la preparan para que continúe pastoreando al rebaño del futuro. Voy tarde con mi libro y el guion pero contaré lo que sé. Me comprometí. Siempre cumplo. A veces tarde, pero siempre acabo cumpliendo". Por este camino sí: el libro será un best seller.