Fue hace ya unos cuantos años cuando, por orden de su hijo Felipe VI y de los consejeros en Zarzuela, Juan Carlos I decidió poner punto y final a su vida de nuestro país y trasladarse a los Emiratos Árabes, a Abu Dabi, para alejarse así de todo el foco mediático en el que se había visto inmerso durante tantos años.

Una marcha lejos de España y, si bien es cierto que durante los primeros meses provocó que el rey estuviera realmente lejos de sus familiares y amigos, con el paso del tiempo ha sido cada vez más laxa, y no han sido precisamente pocas las veces en las que el padre de Felipe VI ha podido regresar a nuestro país y pasar buenas temporadas con sus mejores compañías.

El problema en su caso es que, como bien saben tanto Felipe como sus hermanos, las infantas Elena y Cristina, el paso del tiempo está haciendo realmente mella en la salud del emérito, y buena prueba de ello es que dos de sus mejores amigos y a la vez dos de las personas que se encargan de cuidarlo en su día a día ya no se esconden en este sentido.

Juan Carlos I sabe que su final está cada vez más cerca

No son otro que el cabo primero Cabello y el teniente coronel Mochi, dos de sus escoltas más cercanos y los que mejor relación tienen en este sentido con los hijos del emérito, a los que no tienen problema en explicarles ciertos episodios que generan preocupación a la familia.

Juan Carlos
Juan Carlos

Es más, parece ser que incluso el propio Juan Carlos I, consciente de que su estado no es que sea precisamente el mejor que tiene ya 87 años, no tiene problema a la hora de asumir que su muerte está cada vez más cerca, y habla constantemente de ello con algunos de sus amigos más cercanos.

Como no podía ser de otra forma teniendo en cuenta su delicado estado de salud, desde la Zarzuela se deja muy claro que, por mucho que de puertas hacia fuera la relación con el emérito se anula para preservar su buena imagen, el emérito debe seguir contando con todas las ayudas y atenciones necesarias.