Este jueves Leonor cumplirá dos semanas como alumna de la Academia Militar de Zaragoza, donde pasará todo este curso. Ha sido dos primeras semanas intensas. La adaptación a un nuevo entorno nunca es fácil. La futura reina ha tenido que lidiar con un nuevo espacio, un nuevo ambiente y nuevos compañeros. Y aunque lo más duro está por llegar, la primera toma de contacto es crucial para los próximos meses.

Leonor ha caído muy bien entre el resto de aspirantes. La tratan de forma exquisita, mostrándole un total respeto. No obstante, este buen trato no pasa por cómo es, sino por quién es. Saben que cualquier paso en falso puede suponer una mancha en el expediente.

Miedo a Leonor en la Academia Militar de Zaragoza

Es por eso que, por temor a liarla, la mayoría no se acerca más de lo necesario. Del mismo modo, tampoco comparten demasiada conversación. Saben que cualquier queja de Leonor o un simple comentario desafortunado podría terminar en expulsión. Porque Leonor es la gran protegida de los altos mandos. Y los cadetes lo saben. Las novatadas están prohibidas con ella. No hay espacio para bromas. Nada.

Leonor con un profesor
Leonor con un profesor

En su primer fin de semana, Leonor salió con algunos compañeros de primer año por Zaragoza. Se conoce que estuvieron en El Turno. Allí disfrutaron de comida, agua y refrescos. Los cadetes tienen prohibido consumir alcohol mientras estén en la Academia. Además, no hay que olvidar que Leonor todavía es menor de edad. Lo mismo pasa con algunos de sus compañeros y compañeras.

La reina Letizia no ayuda

Fue una salida que viene a ser una tradición entre los alumnos de primer año para una primera toma de contacto. Una forma de generar las primeras sinergias entre los futuros soldados. Aunque incluso en ese momento distendido, sus compañeros mantuvieron las distancias con la mayor de las hijas del rey Felipe VI y la reina Letizia. Tenían claro desde el primer día que Leonor no es una más.

Tampoco ayuda el hecho de que Letizia pidiera todo tipo de informaciones previas a los responsables del centro. Ni tampoco que se pusiera en contacto con el personal de cocina para insistir en elaborar una dieta sana y equilibrada. Sin olvidar que la reina ha pedido informes constantes sobre las evoluciones de su hija y sobre lo que ocurre dentro de los muros del cuartel.