El estado de salud del rey Carlos III es un tema que preocupa profundamente en los pasillos de Buckingham y entre la opinión pública que está pendiente de la familia real. Sin embargo, hay otro problema de salud oculto que, si no se corrige, puede tener consecuencias nefastas para la reina consorte, Camila Parker Bowles. La esposa de Carlos III atraviesa serias dificultades de salud y, lejos de tomar medidas para mejorar, sigue manteniendo hábitos que podrían poner en peligro su vida.
Desde hace más de seis meses, Camila sufre una persistente infección en el pecho que le ha provocado episodios de tos incontrolable, dificultad para respirar y problemas de insomnio. A pesar de los constantes tratamientos y las advertencias de su equipo médico, su estado de salud sigue sin mejorar. De hecho, algunos especialistas han expresado su temor de que la situación pueda volverse crítica en los próximos meses si no se toman medidas más drásticas.
Camila Parker Bowles no abandona sus vicios malos
Sin embargo, lo que más preocupa a los médicos no es solo la enfermedad en sí, sino los malos hábitos de la reina consorte. A pesar de sus problemas pulmonares, tal y como apuntan medios británicos y recoge el portal Don Balón, Camila sigue bebiendo vino a diario y, en más de una ocasión, ha sido sorprendida fumando cigarrillos, dos prácticas totalmente desaconsejadas para alguien en su estado. Su negativa a abandonar estos vicios ha generado un auténtico quebradero de cabeza en Buckingham Palace, donde ya se han tomado medidas para tratar de controlar su consumo.

El príncipe Guillermo y el propio Carlos III han sido informados de la situación por el equipo médico, quienes les han dejado claro que, si Camila no cambia su estilo de vida, su recuperación será prácticamente imposible. De hecho, algunas fuentes cercanas al palacio aseguran que el rey ha tratado de convencer a su esposa para que abandone el alcohol y el tabaco, pero hasta ahora, sin éxito.
Advertencias de los expertos
Para agravar aún más la situación, miembros del personal de palacio han revelado que Camila bebe y fuma a escondidas. A pesar de los intentos por restringir su consumo, la reina consorte encuentra formas de burlar las normas impuestas por su equipo médico. En varias ocasiones, empleados de la casa real la han sorprendido consumiendo grandes cantidades de vino, y estos episodios han sido reportados directamente a Carlos III. Sin embargo, incluso con estas advertencias, la esposa del monarca sigue sin mostrar intención de abandonar sus hábitos.
En un momento en el que la familia real británica enfrenta una crisis por la enfermedad de Carlos III, la negativa de Camila a cuidar su bienestar genera más preocupación dentro de la institución. Si la situación sigue como hasta ahora, los médicos advierten que el deterioro de Camila Parker Bowles será irreversible.