La reina Camilla Parker Bowles y el rey Carlos III tienen una gran discusión sobre su futura residencia. La consorte ha expresado su deseo de vivir en Clarence House, la antigua residencia del príncipe de Gales, mientras que el rey quiere que ella viva en el Palacio de Buckingham con él. Presuntamente, la discusión ha sido tensa, y no está claro cuál será el resultado. La esposa del soberano podría terminar viviendo en Clarence House, el rey podría obligarla a vivir en el Palacio de Buckingham, o podrían llegar a un acuerdo intermedio. 

Sea cual sea el resultado, la discusión ha puesto de relieve las tensiones entre Camilla Parker Bowles y el rey. Ella ha sido durante mucho tiempo una figura controvertida en la familia real, y su papel como reina consorte será desafiante. La mujer de 75 años tendrá que encontrar una manera de equilibrar sus propios deseos con los del rey, y de ganarse el respeto de los seguidores de la corona. 

La discusión supuestamente entre los reyes del Reino Unido sobre su futura residencia comenzó hace unos meses, desde que la reina expresó sus deseos de vivir en Clarence House, porque se trata de un lugar de dos plantas con todas las comodidades a las que están acostumbrados; ella cree que sería más fácil para ella llevar su vida allí. El rey, por su parte, considera que el Palacio es la residencia adecuada para la reina consorte, porque es la vivienda oficial de la monarquía británica, y el rey cree que sería más apropiado que ella viviera allí. 

Carlos III y Camilla Parker Bowles no podrán mudarse hasta el 2027 

Cualquier decisión que tomen el rey y su esposa no podrán mudarse hasta el 2027, ya que el palacio se encuentra en un proyecto de remodelación que la difunta Isabel II empezó en 2017, con un coste aproximado de 369 millones de libras, unos 440 millones de euros, tal y como señala El Debate en su webside. Cabe destacar que, la cifra de esta remodelación ha levantado asperezas entre los contribuyentes británicos, ya que está financiado por ellos. La agencia de prensa de la corona se defiende asegurando que es “el modo más eficiente económicamente de reemplazar estos servicios esenciales y asegurar que el palacio queda preparado para cumplir con sus funciones los siguientes 50 años”. 

Otro motivo por el cual Carlos III espera tomar esta decisión de instalarse en el Palacio puede ser por las polémicas surgidas a raíz de estas declaraciones. Muchos británicos argumentan que, si no tiene intención de vivir allí nunca, ¿por qué continuar con las obras? Especialmente, teniendo en cuenta que el dinero de los contribuyentes no solo se destina a terminarlas, sino a costear los gastos derivados en cada propiedad real. 

El Palacio de Buckingham tiene problemas de roedores 

Según lo detallado por el citado medio, los pequeños roedores que vivían por el palacio también son un gran problema para Camilla Parker. Isabel II ya tuvo que llevar a cabo varias desratizaciones en su día para evitar que campasen a sus anchas. Por no hablar, además, del frío helador que puebla cada estancia.