La situación del rey Carlos III ha sido motivo de creciente preocupación desde principios de 2024, cuando se conoció el diagnóstico de cáncer. Desde entonces, la familia real ha tenido que lidiar con las inevitables consecuencias de la enfermedad, mientras el monarca continuaba cumpliendo con sus responsabilidades con admirable fortaleza. No obstante, las señales de su deterioro físico en las apariciones públicas han sido cada vez más evidentes, reflejando el impacto de la enfermedad.
A medida que el diagnóstico del monarca se vuelve más grave, Camilla Parker Bowles ha asumido la difícil tarea de hacerle frente a sus hijos políticos, Guillermo y Harry, para transmitirles las malas noticias. Según medios de comunicación especializados en la Casa Real, los análisis más recientes han confirmado que la enfermedad ha llegado a un punto en el que el tratamiento ya no es eficaz para frenar su avance.
Camilla Parker Bowles pone sobre aviso a Guillermo y Harry
Los médicos han decidido adoptar un enfoque paliativo, cuyo único objetivo es aliviar el dolor del rey en los días que le quedan por delante. Este tipo de tratamiento, que prioriza la comodidad y la calidad de vida, es una señal clara de que el fin está cercano. Y así se lo ha comunicado Camilla a sus hijastros.
Para Guillermo y Harry, esta noticia ha sido un golpe devastador, que requiere de decisiones difíciles respecto al futuro de la monarquía y sus propios roles dentro de la familia real. Si bien Guillermo, como heredero al trono, ya había comenzado a asumir una mayor responsabilidad dentro de la institución, la gravedad de la situación implica que tanto él como Harry se enfrenten a su propio desafío emocional y familiar. A pesar del distanciamiento que ha caracterizado la relación de Harry con la familia real en los últimos años, el príncipe de Sussex se ve obligado a reconectar con su padre en un momento crucial.
El declive de Carlos III es irreversible
Con Carlos III en un estado crítico, la familia real enfrenta un momento trascendental. Los expertos en la Casa Real barajan tres posibles escenarios para el futuro cercano. Uno es que Camilla asuma la representación simbólica de la Corona, como deseaba el rey. El otro contempla que Guillermo lidere una regencia en caso de que su padre no pueda continuar con sus funciones. Incluso no se descarta que el monarca opte por abdicar antes de su fallecimiento, lo que dejaría a Guillermo como rey de manera anticipada.
Esta última opción, no obstante, es la que menos gusta a Carlos III, que no quiere abdicar bajo ningún concepto antes de morir, siguiendo así los pasos de su madre. Ella también sufrió un cáncer de médula ósea muy doloroso y aguantó en el trono hasta su último día.