Si hay una figura que ha sembrado la discordia en la monarquía británica, esa es Camilla Parker Bowles. La segunda esposa de Carlos III nunca ha sido del agrado de los príncipes Guillermo y Enrique, que desde el inicio intentaron persuadir a su padre de que no la convirtiera en su reina. Sin embargo, no solo fracasaron en su intento, sino que hoy, Camilla parece haber tomado un papel clave en el distanciamiento del duque de Sussex de su familia y de Buckingham.
Mientras Guillermo ha debido resignarse a la presencia de Camilla en el Palacio, Enrique optó por cortar lazos y marcharse a Estados Unidos junto a Meghan Markle. Ahora bien, la pregunta que muchos se hacen es: ¿realmente el príncipe de Sussex se alejó por voluntad propia o fue Camilla quien orquestó su exilio? Las versiones de la corte sugieren que la madrastra del príncipe ha movido los hilos para que su regreso sea imposible.
El veto de Camilla y la venganza silenciosa contra Enrique
Desde que Enrique publicó su libro 'Spare', donde describió a Camilla como una "madrastra malvada", la relación entre ambos quedó completamente rota. La reina consorte, lejos de olvidar esas afrentas, habría tomado represalias silenciosas para alejar al príncipe de su padre, el rey Carlos III. Según fuentes del Palacio de Buckingham, Camilla ha vetado cualquier acercamiento entre el monarca y su hijo menor.
Entre las medidas impuestas por la esposa de Carlos, destacan la prohibición de que Enrique y Meghan se alojen en propiedades reales, así como la exclusión del duque de Sussex en eventos familiares clave. Además, se dice que la reina consorte logró persuadir al monarca para que eliminara el financiamiento público y los privilegios que su hijo rebelde disfrutaba en el Reino Unido, dejándolo en una situación de total desvinculación con la Casa Real.
El juego de poder de Camilla y su ascenso en la monarquía
Mientras el futuro de Enrique en la realeza parece cada vez más incierto, Camilla ha consolidado su poder dentro de la institución monárquica. Con el diagnóstico de cáncer de Carlos III, la consorte ha asumido un rol más visible en la representación de la Corona, desplazando incluso a otros miembros senior como el príncipe Guillermo, Kate Middleton y la princesa Ana. Este ascenso no es casualidad. Con Isabel II fuera del tablero y Carlos III debilitado por su enfermedad, Camilla se ha convertido en la figura clave de 'La Firma', asegurando que cualquier oposición a su presencia en Buckingham sea eliminada. Y eso incluye a Enrique y Meghan, quienes ya no tienen cabida en la monarquía que ella ha ayudado a reconstruir a su favor.
Para Enrique, regresar al seno de su familia es impensable mientras su madrastra siga dominando el Palacio. Su relación con Carlos III podría haberse restaurado en otros tiempos, pero con la mano de hierro de Camilla guiando al monarca, cualquier acercamiento se ve bloqueado. Fuentes cercanas aseguran que el príncipe siente que su padre ha elegido a su esposa por encima de él, lo que solo refuerza su resentimiento. Mientras tanto, la tensión sigue escalando y el futuro de la monarquía británica se tambalea. La figura de Camilla Parker Bowles emerge como la gran estratega que ha logrado lo que muchos creían imposible: mantener al príncipe Enrique, el niño mimado de Lady Di, en el exilio.