El devastador estado de salud de Carlos III ha puesto en alerta máxima a la Familia Real británica. El monarca, que lleva meses luchando contra un agresivo cáncer, enfrenta un deterioro que ha obligado al Palacio de Buckingham a considerar la posibilidad de que el príncipe Guillermo asuma como regente. Sin embargo, mientras el Reino Unido se prepara para un eventual cambio de liderazgo, Camilla Parker Bowles, la reina consorte, vive sus días entre el temor y la incertidumbre.

La figura de Camilla siempre ha sido polémica, pero ahora se encuentra más aislada que nunca. Según fuentes cercanas a la Casa Real, su mayor miedo es perder el escudo protector que representa Carlos III. Sin su esposo en el trono, Camilla teme convertirse en el blanco de la ira de sus hijastros, Guillermo y Harry, quienes aún no le perdonan su papel en el tormentoso pasado de la familia y, en especial, en la vida y muerte de la recordada Lady Di.

El fantasma de la princesa Diana: la amenaza latente

Desde que Camilla asumió como reina consorte, los rumores sobre las tensiones con los hijos de Lady Di nunca han cesado. Aunque Guillermo y Harry han tomado caminos distintos, hay algo que los une: su amor inquebrantable por su madre. Fuentes cercanas aseguran que ambos príncipes culpan a Camilla de las desgracias que Lady Di enfrentó durante su matrimonio con Carlos. La idea de que podrían unir fuerzas para marginar a la reina consorte tras la muerte del monarca no parece descabellada.

Camilla, consciente de su frágil posición, teme que su título como reina viuda sea insuficiente para protegerla de las represalias. Se rumorea que Guillermo, al tomar el trono, podría prohibirle el acceso a las residencias reales y, en el peor de los casos, incluso despojarla de su estatus real. Por otro lado, Harry, quien ha sido más vocal sobre los traumas del pasado, podría sumarse a este movimiento como un acto final de justicia para su madre.

¿Una unión inesperada entre hermanos?

Aunque la relación entre Guillermo y Harry ha sido tensa en los últimos años, Camilla sospecha que el recuerdo de Lady Di podría unir a los hermanos contra ella. Las diferencias entre ambos podrían pasar a un segundo plano ante la oportunidad de vengar a su madre. Este escenario sería el mayor temor de la reina consorte, quien vería cómo sus años de esfuerzo para consolidarse dentro de la familia real se desmoronan en cuestión de días.

En medio de este clima de incertidumbre, Camilla ha intentado presionar a Carlos III para que garantice su lugar dentro de la monarquía. Sin embargo, con el estado de salud del monarca deteriorándose rápidamente, las decisiones a largo plazo parecen quedar en segundo plano. La reina consorte se encuentra más sola que nunca, enfrentando no solo los fantasmas del pasado, sino también el posible rechazo del futuro rey y su hermano menor. Mientras los días de Carlos III parecen contados, el destino de Camilla Parker Bowles cuelga de un hilo. Sin el apoyo de su esposo, sus días en Buckingham podrían terminar abruptamente. El futuro de Camilla está más incierto que nunca, y todo parece indicar que el legado de Lady Di podría, una vez más, cambiar el curso de la historia real británica.