Letizia Ortiz nunca fue querida por los Borbón, especialmente por Juan Carlos I. Ella notaba como prácticamente toda la familia le hacía el vacío, a excepción de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin que se vieron muy reflejados en ella y en Felipe VI. La entonces princesa prometió que el día que se convirtiese en reina se vengaría de todos ellos y así sucedido. La madre de Leonor y Sofía los expulsó a todos de la corona por la situación de la institución con las fechorías del emérito. Les retiró sus funciones institucionales y el sueldo que percibían de los Presupuestos Generales del Estado. Unos años más tarde también consiguió que los errores de Juan Carlos se hiciesen públicos y avergonzándolo exiliándolo a Abu Dabi.
Sin embargo, en los últimos meses se ha iniciado una campaña de desprestigio contra ella que podría estar orquestada por Casa Real, y es que la institución cree que la reina no debería ejercer el poder, sino el rey, pero Felipe ha quedado relegado a un segundo plano totalmente desenfocado hasta ahora. Con el último libro de Jaime Peñafiel y las declaraciones de Jaime del Burgo, Letizia ha aceptado su papel de reina consorte.
En los últimos meses, con la perdida de decisión de Letizia, los Borbón también se han reunido en numerosas ocasiones. El cumpleaños de la infanta Elena, el de la reina Sofía, la graduación de Irene Urdangarin, el cumpleaños de Juan Carlos o la mayoría de edad de Leonor. No ha podido frenar a ninguno.
Ni tan siquiera decide en casa. Tal vez en el Pabellón del Príncipe no entra ningún Borbón, pero en Zarzuela entran todos porque decide Felipe y está cansado de dejar a su familia fuera de juego. En el palacio vive la reina Sofía con su hermana Irene de Grecia, a un kilómetro de la actual residencia de los reyes, pero en el mismo recinto. Y precisamente es en este edificio donde se quedan los Borbón cuando vienen de visita, hay habitaciones de sobras.
Irene Urdangarin acaba su voluntariado en las próximas semanas y se instalará en Madrid
‘Vanitatis’ fue uno de los primeros medios de comunicación en desvelar que Irene Urdangarin no había superado las pruebas de acceso de la universidad y se iba a tomar un año sabático en Madrid. Ahora es ‘Vanitatis’ nuevamente quien adelanta que Irene acaba su voluntariado y no volverá a Ginebra, se queda en la capital, ahora que tiene novio, Juan Urquijo, según las fotografías que publicó hace unas semanas la revista ‘Hola’.
El voluntariado de Camboya está a punto de llegar a su fin y así acaba esta experiencia para Irene, pero hasta retomar las clases si desea volver a estudiar le queda todo el verano por delante. ‘Vanitatis’ admite que Irene está ilusionada con instalarse en Madrid porque está muy enamorada, aunque antes pasará por Ginebra para visitar a su madre.
Por ahora volverá unas semanas a Madrid y se instalará en Zarzuela, momento que aprovechará para sacarse el carnet de conducir como estaba previsto, aprobó la teórica pero el falta examinarse del práctico. Ya han llegado algunos caminos de mudanza a Zarzuela con algunas cajas, así que Irene tiene planes a largo plazo. Por ahora se desconocen, pero quiere decir que por lo menos todo el verano continuará en la capital. Fuentes cercanas a la familia nos aseguran que la infanta Cristina está muy preocupada por su futuro. No quiere que se despiste con chicos, y le gustaría que fuese a la universidad y continuase su formación.