Carla Vigo, la sobrina de la reina Letizia, es un verso libre y el familiar de los monarcas españoles que parece tener las cosas más claras y que hace siempre lo que le sale del moño. No sólo por estudiar danza e interpretación, sino por las numerosas imágenes que cuelga en las redes y por responder con total sinceridad a las muchas preguntas que le hacen sus seguidores.
La hija de la difunta Erika Ortiz Rocasolano no tiene vergüenza y lo demuestra yendo de marcha con su novio y sus amigas y haciéndose un morreo en toda regla delante de las cámaras que inmortalizaron el momento en una fiesta reciente.
Pero también respondiendo sin ambages a las dudas y cuestiones que le plantean sus fans en Instagram, en un Stories donde se ha abierto en canal y ha ido respondiendo religiosamente a las diferentes preguntas que le formulaban. Así, hemos sabido que de tener un superpoder, le gustaría volar, que su animal preferido es el tigre o que el plato que la vuelve loca es el sushi.
Aunque Vigo sabía que su nombre despertaría curiosidades que tendrían que ver con otras cuestiones más peliagudas, como su familia. Ha respondido, sí, pero lo ha hecho de manera muy hermética, sobre todo cuando le han preguntado si tiene relación con sus ilustres primas o si se ha leído el libro Adiós, princesa de David Rocasolano, primo de Letizia, y que decía intimidades sobre la actual reina de España.
También había curiosidad por saber qué opina ella de algunos programas televisivos del corazón o de aquellos llenos de celebrities y famosos.
Después de visitar Atresmedia para ir a hablar a Espejo público, la red ha querido saber qué opina de la competencia, Telecinco, y de algunos programas muy concretos, como Supervivientes o Sálvame. Y lo que ha dicho no gustará ni a Paolo Vasile ni a Jorge Javier Vázquez y compañía. Veremos cómo reaccionan los Kiko Matamoros, Belén Esteban o María Patiño al saber que la sobrina de la reina pasa olímpicamente de lo que hagan o dejen de hacer en los programas estrella de su cadena.
Posiblemente en Sálvame ahora la pongan de caer de un burro. Pero no creemos que a Carla Vigo le duelan las posibles críticas que pueda recibir de un programa del que no quiere saber nada. Más dolor le causó el porrazo que ha sufrido bajando unas escaleras, al pisar mal un peldaño y que ha provocado que le hayan vendado el pie al hacerse un esguince en el tobillo.
Quizás Vigo tiene maltrecha la pierna, pero lo que le funciona de maravilla es la cabeza: sinceridad, juicio y convicciones firmes. Aunque no guste en Fuencarral.