Es el episodio familiar más oscuro de la reina Letizia: la muerte de su hermana, Érika Ortiz, el mes de febrero de 2007. La hermana pequeña apareció muerta a los 31 años en el piso de soltera de Letizia, después de haber ingerido una cantidad ingente de barbitúricos. No se habla demasiado de este tema, es casi tabú, pero todo el mundo lo sabe: se suicidó. El porqué de esta medida tan drástica sólo lo conoce la difunta, pero hay diversas teorías. Por ejemplo, la del primo David Rocasolano, quien hizo temblar a la Familia Real y a la plebeya en el polémico libro 'Adiós Princesa': la tesis es que Letizia la presionaba de forma tan exagerada y controladora que decidió acabar con todo.

El drama golpeó brutalmente Letizia, destrozada en un funeral en el que se vivieron momentos de enorme tensión y un enfrentamiento histórico: el encontronazo entre Antonio Vigo, expareja de Érika y padre de Carla, contra el rey Juan Carlos: "¡Tú tienes la culpa hijo de puta! ¡Vosotros la habéis matado!".

Letizia mira a Juan Carlos en el funeral de Érika Ortiz / GTRES

Han pasado 14 años, pero el recuerdo de su madre sigue bien vivo en la mencionada Carla Vigo, sobrina de la reina. La joven de 21 años la rememora cada 7 de, febrero, pero también en otras ocasiones como hemos visto durante este puente de diciembre. Vigo está viviendo momentos de gran popularidad por su trabajo de actriz en el espectáculo del encausado por tráfico de drogas Rafael Amargo, y fiel a su estilo de compartir sus intimidades con sus seguidores, ha sorprendido a todo el mundo explicando algunas de las secuelas y cicatrices que le provocó la pérdida. Carla no ha tenido ningún problema en responder las inquietudes del público, confesando con crudeza como de grande es su pena. No tiene demasiados recuerdos, ya que tenía sólo 6 añitos, pero sí los suficientes.

Carla Vigo / GTRES

Érika Ortiz / GTRES

"No se supera y menos de la forma que me pasó a mí. Aprendes a vivir con ello y se tarda mucho", ha dicho en Instagram. Cada día la echa de menos. A ella, a la inocencia infantil y a la protección materna. Explica cómo fue el proceso del duelo, en el que atravesó diferentes etapas: "Negación, piensas que se una broma. Aceptación, es la más dura porque te das cuenta de que no la verás más. Aprender a vivir con ello, es la más fácil". Le ha costado, eso sí: sobre todo por determinadas actitudes de su tía y de la prensa cortesana, que nunca ha querido hablar con claridad de la causa de la muerte: una depresión, una enfermedad mental. "Mí madre no es una cifra", dejó plasmado Carla el pasado mes de septiembre, coincidiendo con el Día Mundial por la Prevención del Suicidio.

Carla Vigo en la obra 'Yerma' de Rafael Amargo / GTRES

Letizia llora en el funeral de Érika con Felipe de Borbón / GTRES

Carla es excéntrica y a veces parece un personaje, pero desprende la humanidad que falta en la familia. Y si no, recuerden el episodio de la muerte de Menchu Álvarez del Valle, la abuela a la que tanto querían. Ni rastro de Letizia en el funeral.