La situación de Carla Vigo, sobrina de la reina Letizia, sigue siendo motivo de gran preocupación para la familia Ortiz Rocasolano. Desde la trágica muerte de su madre, Erika Ortiz, el 7 de febrero, la vida de Carla ha estado marcada por un dolor profundo y numerosos altibajos emocionales. La joven, entonces solo una niña, fue privada de la oportunidad de comprender lo sucedido hasta mucho tiempo después.
Desde ese momento, la figura de Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz ha sido fundamental para Carla, quienes han sido como sus padres adoptivos, ayudando a su padre, Antonio Vigo, en el difícil proceso de criarla tras la tragedia. Y también ha estado la reina Letizia, aunque desde un segundo plano. Sin embargo, a lo largo de los años, Carla ha tenido que enfrentarse a sus propios problemas de salud mental, los cuales, aunque nunca directamente relacionados con la muerte de su madre, se profundizaron con el tiempo. En varias ocasiones, ha confesado que le costó mucho ser consciente de lo que realmente ocurrió y lamenta no haber podido despedirse de su madre.
Carla Vigo, una vida llena de altibajos
En cuanto a sus problemas de salud mental, Carla Vigo ha sido abierta y honesta sobre sus luchas, reconociendo haber padecido trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia. Estos episodios se agravaron tras la muerte de su madre, cuando la joven intentó hacerse daño por primera vez. Aunque ha hablado con franqueza sobre estos temas, también ha indicado que la familia siempre ha apoyado su tratamiento, llevándola a psicólogos y brindándole el apoyo emocional que necesitaba.
Sin embargo, el momento actual de Carla es igualmente complejo. Tras haberse independizado, Carla se ha visto obligada a regresar a un piso tutelado que comparte con otras personas, pagando 1.500 euros al mes por un espacio que apenas puede costear con su pensión de orfandad de 400 euros.
Una decisión que tomó tras ser asaltada en el metro de Madrid por un ladrón que le robó el móvil, y de aparecer en una foto con vendas en la cabeza, brazos y cuello. Se desconoce qué le ocurrió, pero la estampa dejaba claro que se trataba de un episodio grave. Paralelamente, en su entorno están preocupados por las compañías con las que se relaciona, empezando por su novio, Xavi Macías. Varias fuentes aseguran que se está aprovechando de ella. Y teniendo en cuenta que Carla le dejó 200 euros para que fuera a verla y al día siguiente el joven dijo que le habían robado el dinero, las sospechas son argumentadas.
La situación actual de Carla Vigo preocupa seriamente a su familia, incluida la reina Letizia
A ello se suman las revelaciones de Cristina Rapado, amiga y excolaboradora de Carla, quien ha sido testigo de cómo la joven se ha dejado influenciar por su entorno actual, desalentándola incluso de participar en un proyecto cinematográfico importante, el corto Sole, en el que trabajaba el reconocido actor Antonio Resines.
Ante este panorama, Letizia, que siempre ha estado pendiente de Carla en la sombra, le ha pedido a su madre, Paloma Rocasolano, que la vigile de cerca. De hecho, Paloma incluso se ha desplazado a Madrid en los últimos meses en varias ocasiones para controlar la situación de Carla y su entorno. Y también a su novio: no quieren que Carla vuelva a pasarlo tan mal como con su anterior ruptura: “Estuve una semana sin comer ni dormir porque había roto con Álvaro y me ingresaron en un psiquiátrico”, declaró Carla en su momento.