Menudo fregao tienen en Zarzuela. Todo el escándalo que hay en torno a los posibles cuernos de Letizia a su marido Felipe, hecho público por su ex y ex cuñado de la reina, Jaime del Burgo, tiene a la casa real de los nervios. Por mucho que en la prensa española disimulen, escondan la cabeza bajo tierra o se pongan de perfil, por mucho que, en definitiva, callen como las ratas, la verdad es que los incendiarios tuits de la expareja de la asturiana, dejando entrever que mientras ya era la mujer del Borbón, seguían viéndose con su ex, no han hecho sino constatar que por mucho que los monarcas españoles se crean por encima del bien y del mal, sucumben a las tentaciones como el resto de los mortales.
El affaire Del Burgo es de unas dimensiones escandalosas, por mucho que en las españas se quiera disimular. Y nosotros que nos alegramos. Como dice Albert Pla, en España está bien visto que un rey le ponga los cuernos a su mujer, pero que sea al revés, ha dejado retratado a más de uno. Comprobar cómo Letizia, tan íntegra, tan recta, tan perfecta ella, haya sido capaz de hacer que Felipe no pase por la puerta, es difícil de asumir para los palmeros reales. Y es que todo el tema ha sorprendido a propios y extraños, y más, como decíamos, teniendo en cuenta qué carácter tiene Letizia, amante de las normas, de no salir del papel, de cumplir a rajatabla los preceptos y el protocolo establecidos.
Mientras en Zarzuela callan sobre el tema del cual está hablando todo el mundo en la calle, quien ha vaciado el buche sobre qué pasa en Zarzuela es un familiar de la reina. Una nueva demostración de cómo Letizia lo quiere tener todo bajo control y cómo a menudo se pasa en eso de querer que todo el mundo baile al ritmo que marcan los borbones. Y es que su sobrina Carla Vigo, hija de su difunta hermana Érika Ortiz, ha charlado sobre qué pasa cuando va a visitar a su tía a palacio o cuando iba antes cuando ella y sus primas Leonor y Sofía eran pequeñas.
En un podcast con Ricky García en YouTube, la sobrinísima ha revelado algunas curiosidades sobre sus visitas a la familia real, y cómo pasaba algunas tardes con sus primas jugando a muñecas: "Es una casa normal, aunque parezca raro. Jugábamos a las Barbies con suma normalidad". Lo que no es normal es que por mucho que haga falta un protocolo, los Borbones se pasen de frenazo, incluso, con familiares. Explica Vigo que al llegar tienes que mostrar el DNI y que cuando comprueban tu identidad, te dan una cartulina de colores que puede ser diferente en función del visitante. “Llegas a la Zarzuela con cualquier coche y tienes que entregar el DNI. Te dan un cartelito que va por colores, si eres una persona del Gobierno te dan uno con un color distinto al que le dan a un familiar. Luego entro a casa de mi tía como puedes hacer tú”. Eso sí, a pesar de ser la hija de la hermana de la reina, "Yo voy cuando quiero, pero tienes que avisar".
Quizás hay que avisar para que Letizia tenga tiempo de sacarle el polvo a la cubertería que tienen en palacio y que muestran a la mínima que tienen ocasión. Pierden el norte por lucir tenedores, cucharas y cuchillos de todo tamaño y función. Y es que como confesa Carla Vigo, ha alucinado siempre que ha ido a Zarzuela con la gran cantidad de cubiertos que pone Letizia en la mesa, y es que su tía "es muy estricta" con las comidas y con las cenas. “En Zarzuela hay cosas curiosas. Lo más curioso es lo de los cubiertos de las películas, que es verdad, hay un montón de cubiertos y tienes que saber para qué sirven cada uno". No solo eso, sino que a todo el mundo que va como invitado "Te enseñan cómo usarlos", una especie de clase, de lección ridícula a los que van a Zarzuela. Les enseñan cómo hacerlos ir a la sobrina de la reina y a todo el mundo que vaya a comer. Y además, seguro que los Borbones se piensan que así educan al vulgo a comer como Dios manda... No tienen vergüenza.
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