Carla Vigo es la sobrina de la reina Letizia. Hija de la tristemente desaparecida Érika Ortiz, la joven ya tiene 18 años. Amante de los animales, claramente de izquierdas y gayfreindly convencida. Desde que llegó a la mayoría de edad, sus perfiles en las redes empezaron a tener mucha actividad. Hasta el pasado mes de febrero, cuando, según explica El Español, "guardaba silencio en sus redes sociales por petición expresa de familiares directos que le solicitaron discreción. La incontinencia verbal de Carla propició que el pasado mes de febrero parte de su familia le pidiera encarecidamente 'más cautela' y 'más discreción'".
Tres meses después, Vigo ha reaparecido. Y de qué manera. La hija de la hermana de la reina ha vuelto a protagonizar un directo en su cuenta de Instagram. Se la veía en una reunión de amigos, escuchando reggaetton y con un cigarrillo en la boca. "Pero, ¿tú fumas?", le preguntaba uno de sus seguidores. ¿Su respuesta? "Hombre, lo estás viendo, ¿no?", decía con ironía la joven. Parece pues que sigue el hábito de otros sobrinos de Letizia, los hijos de la infanta Elena, Froilán y Victoria Federica, que ya no se esconden de aparecer a menudo de esta manera.
Carla Vigo también ha sorprendido a sus seguidores no sólo por lo que tenía en la boca, sino también en la nariz, un piercing.
Fumando, con un piercing en la nariz... Queda claro que, como mínimo en eso, no se parece a su tía.