El pasado lunes 11 de marzo, el rey Carlos III expresó su compromiso de seguir cumpliendo con sus responsabilidades hacia el país y la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth) en la medida de sus capacidades, luego de recibir el diagnóstico de cáncer. Además, manifestó sentirse "profundamente conmovido" por los mensajes de apoyo recibidos. El monarca, de 75 años, había sido hospitalizado en enero para someterse a una cirugía por una condición benigna en la próstata, pero posteriormente se le diagnosticó cáncer no relacionado. Aunque en un principio se informó desde la Casa Real que el cáncer del monarca había sido detectado a tiempo, fuentes cercanas al Palacio han revelado que esta afirmación no refleja completamente la realidad, y que la información fue compartida inicialmente para mantener la calma en el Reino Unido y garantizar la estabilidad de la monarquía.

Planificando su despedida: "Operación Menai Bridge"

A pesar de sus esfuerzos por mantenerse fuerte frente al diagnóstico, la verdad es que la enfermedad ha progresado y se ha extendido, alcanzando un punto de irreversibilidad. Esta situación es conocida por todos los miembros de la Familia Real, incluyendo su propio hijo, Harry, así como su círculo íntimo de amigos y representantes políticos del Reino Unido. De hecho, se dice que el jefe del Gobierno de Su Majestad está organizando gradualmente la implementación de la "Operación Menai Bridge", designada como el protocolo a seguir tras el fallecimiento del monarca.

Carlos III, después de haber sido príncipe de Gales durante sesenta y cuatro años antes de su ascenso al trono, ha tomado la decisión de designar este protocolo en honor a un símbolo galés: el "Menai Bridge". Este gesto contrasta con la elección de su madre, la reina Isabel II, quien nombró el protocolo como "Operación London Bridge", en homenaje al icónico puente londinense. Siguiendo los pasos de sus padres, Felipe e Isabel II, Carlos ha supervisado personalmente los detalles de su propio funeral, desde la ruta que recorrerá su féretro hasta la selección de himnos y música. A diferencia del funeral de Isabel, que fue ostentoso y contó con una gran cantidad de invitados, Carlos ha optado por una ceremonia más íntima y austera.

La urgencia del protocolo funerario: una carrera contra el reloj

La rapidez en la organización del protocolo fúnebre solo refuerza la sensación de urgencia. Carlos III sabe que el tiempo no está de su lado. A pesar de recibir todos los tratamientos médicos disponibles, incluida la medicina alternativa como la homeopatía, la realidad es que no hay una solución definitiva. Los médicos están haciendo todo lo posible para aliviar sus síntomas y prolongar su vida, pero el final es inevitable.

El padre de Guillermo y Harry enfrenta con conciencia el hecho de que su vida llegará a su fin debido al cáncer. Aunque los médicos están haciendo todo lo posible para prolongar su vida al máximo, la realidad es innegable: la enfermedad ha avanzado hasta el punto de que hay metástasis, lo que implica que el tratamiento no será curativo, sino más bien paliativo. El enfoque ahora se centra en mejorar su calidad de vida y aliviar los síntomas para hacer más llevadero el tiempo que le queda.